El príncipe Zuko llevaba dos años navegando por los gélidos glaciares de la tribu del agua sur, en búsqueda del avatar para capturarlo y entregarlo al señor del fuego Ozai, su padre, quien lo redimiría de su exilio y le devolvería su lugar en el trono, con esa única condición. Su disidencia era que el avatar fue visto por ultima vez hace cien años, nadie sabía de su paradero desde aquel entonces, lo único que se conocía sobre el era que sería un longevo de 112 años, Zuko estaba determinado a encontrarlo costara lo que costara, no se daría por vencido, así tuviese que cruzar cielo, mar y tierra para encontrarlo.
Camino de un lado al otro sobre la cubierta del barco, mirando a su al rededor en búsqueda de algún indicio de que el avatar estuviese ahí, o algún otro lugar. Mientras divagaba en sus pensamientos una fuerte punzada se hizo presente en su pecho desconcertando lo, jamás había sentido una sensación semejante, a la par un destello se proyecto en el cielo a unos kilómetros de donde su embarcación se encontraba.
Aquel destello los sorprendió, en los dos años que llevaban navegando jamás habían divisado tal iluminación-¡Tío Iroh mira!- señaló con asombro aquel destello, era tan luminoso, que si se encontrasen cerca de el, los cegaría al instante, su tío junto con toda la tripulación contemplo con asombro el suceso. El dolor en su pecho se desvaneció, dejándole un extraño cosquilleo que hacía latir tan ferozmente su corazón, como si en un estado de éxtasis estuviera. Algo en su interior le decía que aquella iluminación pertenecía al avatar-¡No hay duda, ese es el avatar, estoy seguro! Capitán fije el curso hacía el avatar.
-A la orden príncipe Zuko
Mientras se dirigían a su destino, Zuko se cuestionaba sobre el suceso de hace unos momentos ¿que rayos había sido eso? ¿y por qué en ese instante surgió aquel destello? Rápidamente fue sacado de sus pensamientos ya que al llegar al lugar de origen, se encontró con una escena desolada, no había rastro del avatar, solo un montón focas, hielo e icebergs -¡Maldición! - proclamo con fuerza- se escapo, estuve tan cerca tío Iroh ¡no puedo permitirme perderlo de vista! - dijo apretando con fuerza su puño mientras golpeaba con fuerza el borde del barco.
-Tranquilo sobrino, todo tiene una razón, por algo no es el momento-poso gentilmente su mano en su hombro para reconfortarlo ante el suceso.
Después de lo acontecido, se dirigió a la cabina, para buscar con el telescopio alguna señal de que el avatar aún estuviese en algún lugar de la tribu del agua, para su sorpresa pudo divisar un ¿bisonte volador? Una especie extinta junto con los maestros airé, no quedaba duda alguna, el avatar había regresado. De pronto se hizo presente otra punzada, que al disiparse dejó la misma sensación que la primera en el, poso su mano izquierda en su pecho, desconcertado por aquella inusual sensación -¡Aaaaah - pronuncio con fuerza al ver un hilo rojo saliendo de su meñique- ¡¿Qué demonios ?! - miro con confusión el hilo -¡¿Qué clase de broma de mal gusto es esta?!-Tomo el hilo entre sus manos y se dispuso a seguirlo con merodeo, llegando así a la cubierta del navío, miro con indagación el rumbo de este, el cual trazaba una dirección, hacía algún lugar-¿Qué rayos esta sucediendo?-jamás había visto algo así ¿que se suponía que aquel hilo rojo significaba? ¿Debía seguir la dirección que este trazaba para el?
-Sobrino ¿que sucede? Tus gritos se escucharon en todas las naciones-dijo con su carismático sarcasmo.
-¡¿Es que acaso no lo ves tío?! ¡Hay un hilo rojo saliendo de mi meñique!-proclamo mostrando le su dedo-¡Mira!
Su tío lo miro desconcertado, no había absolutamente nada, era un meñique normal, sin nada atado a el-Príncipe Zuko-dijo con preocupación-no hay nada atado a tu meñique ¡navegar por dos años, realmente te ha afectado!-manifestó una ligera carcajada al terminar su oración mientras miraba la cara que su sobrino estaba expresando.
-¡Pero que estas diciendo! ¡¿Acaso tu edad no te deja ver claramente?! ¡Esta justo ahí!-dijo con enojo señalando nuevamente su meñique. Al suceso de la discusión, un soldado que pasaba por ahí, fue atraído por el joven príncipe-¡Tu, ven aquí! ¡Te probare tío Iroh que no estoy demente!-lo miro mientras el soldado se acercaba-¿Qué ves aquí?-dijo mostrando le su dedo, el soldado lo miro con nerviosismo-Nada señor-pronunció con temor y firmeza a la par-¡¿Pero que estas diciendo?! ¡¿Acaso todos están ciegos o dementes?!-se marcho con pasos firmes en dirección a su cuarto, cuestionándose el ¿porque era el único que lo podía ver? ¿acaso su tío tenía razón? ¿se estará volviendo loco?
Al llegar a sus aposentos se tumbo en la cama boca arriba, mirando el frío techo, sumergido en sus pensamientos, dejando así que estos lo consumieran hasta conciliar el sueño.
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FLUYENDO COMO FUEGO EN EL AIRE
FanfictionTodos tuvimos amores en nuestras vidas pasadas, pero ¿que pasa cuando el hilo rojo de tu persona destinada, es a quien debes capturar para recuperar tu honor y tu posición en el trono? Zuko se verá en una situación en la que tanto él cómo Aang tendr...