Capítulo 1 (Segunda parte: Aang)

161 17 5
                                    

El ultimo recuerdo que Aang poseía antes de caer inconsciente era sobre una estruendosa tormenta que lo había arrastrado a el y a su bisonte volador al océano, ante su último momento de lucidez creo una enorme bola de aire para protegerlos, después de ese acontecimiento todo se volvió negro, su cuerpo se sintió pesado y sin fuerzas, provocando que cayera en un profundo sueño del que por más que quisiese despertar este no se lo permitía, era como si le dijese que aún no era el momento. La esfera fue cubierta por un grueso hielo gracias a las gélidas corrientes que lo arrastraban a las profundidades del océano. Su letargo se vio interrumpido por un ostentoso ruido, como si tratasen de sacar algo pesado del agua, un crujido se hizo proveniente de las gruesas capas gélidas indicando que estas ya no los protegían más, dejando así escapar un enorme destello cuando este se había quebrado por completo soltando a la par el aire que tenía en su interior, dejándolos expuestos ante el causante de su despertar, su cuerpo se sentía entumecido, como si hubiese dormitado por una eternidad, al abrir los ojos diviso a dos jóvenes que lo miraban con asombro e intriga cuando la brillantez se disipo, el bote en el que venían se había destruido a causa de la ruptura de la esfera dejándolos sobre aquel  bloque de hielo en el que se encontraban el joven monje y su bisonte.

Al tratar de ponerse de pie tuvo una extraña en su pecho, era una sensación como si le estuviesen picando el corazón con un alfiler muy fino, no era una impresión de dolor, si no de un cosquilleo agradable, con la ayuda de aquella joven de largos cabellos castaños se puso completamente de pie-¿Que sucedió? ¿dónde estoy? ¿quienes son ustedes?-cuestiono a los presentes, su cabeza daba vueltas, posó su mano derecha en su frente tratando de aliviar su malestar.

-Mi nombre es Katara y el es mi hermano Sokka-dijo señalando al joven de piel morena que estaba a su lado, el cual lo observaba con admiración-somos de la tribu del agua sur-contesto gentilmente-vi una extraña esfera luminiscente en las profundidades del océano mientras pescábamos, así que decidí sacarla para ver de que se trataba, pero jamás hubiera imagino que dentro de ella estuvieses tu y tu bisonte.

-Su nombre es Appa, yo soy Aang-externo una cálida sonrisa. Miro con incertidumbre su alrededor, una percepción en su interior le decía que algo no estaba bien, por lo que debía dirigirse con los nómadas aire lo más pronto posible-¿Disculpen cómo llego al templo de los maestros aire? No se como llegar desde aquí-cuestiono mientras se rascaba la cabeza con una sonrisa nerviosa.

-¿Los nómadas aire? ¿eres un maestro aire?-Katara lo miro con incertidumbre mientras veía a su hermano tratando de encontrar las palabras adecuadas para decirle-ellos ya no ...-se detuvo un momento-ellos fuero aniquilados por la nación del fuego hace cien años-termino con melancolía.

-¿Qué? Eso no puede ser posible- su rostro se puso atónito ante sus palabras -por que de serlo, yo habría ...- guardo silencio por un momento antes de proseguir- yo habría desaparecido por cien años- ante sus ultimas palabras una sensación de temor y angustia se hizo presente ¿sería eso cierto? ¿se habría ausentado por cien años? ¿era eso posible?

-Me temo que si-hablo finalmente Sokka-hemos estado combatiendo en contra de la nación del fuego por cien años ,desde que él avatar desapareció la nación del fuego gano gran territorio sometiendo a las otras tribus del agua, el reino tierra y acabo con los nómadas aire en búsqueda de el-pronunció con enojo-si tan solo el avatar no hubiera desaparecido, nada de esto hubiera sucedido.

-Sokka cálmate, él avatar debió de haber tenido sus razones-lo miro con sosiego mientras posaba su mano en su hombro.

FLUYENDO COMO FUEGO EN EL AIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora