Sweet & Painful

Capitulo 2

Sonó mi despertador pero  ya me encontraba en el lavabo. Terminé de asearme y fui corriendo a mi habitación para apagar el dichoso e irritante sonido. Bajé las escaleras y sorprendentemente me encontré a Tyler en la cocina, sentado de espaldas y tomándose algún liquido en su taza, probablemente té. Me acerqué a él y besé su mejilla.

-Buenos días feo, ¿que haces que no estás en el taller? Son casi las once.-Le pregunté mientras me sentaba a su lado y observaba como manejaba su móvil.

-He contratado un compañero, él por las mañanas y yo por las tardes, así me resultará más fácil y te podré vigilar con más frecuencia.-Contestó bloqueando su teléfono.

-Aha, creo que se te ha olvidado la parte esa en la que yo ya soy mayorcita.

-Aunque tengas sesenta años yo te seguiré cuidando y lo sabes, eres mi hermanita y siempre lo serás, enana.-Sus palabras me emocionaban y no me gustaba llorar en público, decidí cambiar de tema.

-En fin, ¿quieres desayunar tortitas? Hoy me he levantado con ganas de cocinar.

-Claro, ¿que tal si las hacemos juntos como cuando éramos pequeños?

-No se... ahora ya no está mamá para que limpie la mierda que dejemos.-Sonreí al recordar aquellos viejos tiempos.

-Tranquila, ya lo limpiará Luke. Esta semana le toca a él.- Me guiñó el ojo. Solté unas carcajadas y comenzamos a preparar los ingredientes.

***

Ya habíamos terminado de hacer las tortitas, solo faltaba decorarlas pero eso cada uno a su gusto. La cocina no se encontraba en tan mal estado como pensábamos, excepto el lavaplatos que  estaba hasta arriba y como no teníamos suficiente dinero para un lavavajillas, a Luke le tocaría fregar hasta mañana.

Escuchamos unos pasos en las escaleras, al parecer alguien se había levantado. Bastante sorprendente porque solo eran las doce menos cuarto de la mañana.

-Buenos días.-Se acercó Luke a nosotros, inspiró ruidosamente y observó el plato de tortitas.-Que buena pinta.-Se dirigió a coger una pero inmediatamente la soltó al sentir que quemaba.-¡Joder!.-se quejó mientras sacudía su mano.

-Las acabamos de hacer, princesa.-Informó mi hermano con tono divertido.

-¡Parar ya con ese mote! Cada mes tengo uno distinto, en cambio hoy ya hace dos meses y tres días con el mismo.-Se quejó.

-¿Cuentas los días que duran tus motes?.-Me sorprendió.-Mejor cuenta los días que duras con una tia.-Vacilé.

Tyler comenzó a reírse como un loco pero a Luke no le hizo tanta gracia, me envió una mirada amenazadora y se dirigió al salón.

-¿Me he pasado?

-Que va, sabes que siempre es muy exagerado.-Afirmé con la cabeza y observé que mi hermano se dirigía a la salida.

-¿Dónde vas, no decías que tu compañero trabajaba por ti las mañanas?.

-Es que no voy al taller, yo también tengo vida social ¿sabias?

-¿A quien vas a ver entonces, es una chica? Ya era hora de tener una cuñada, la quiero conocer.

-Luego hablamos, cotilla.-Se despidió de mi con un beso en la mejilla y salió de la casa. Durante unos segundos me quedé pensando en quien seria la afortunada pero dejé el tema al darme cuenta que desde que me mudé aquí nunca había visto a mi hermano con otra chica que no seamos Emma o yo.

Al girarme observé a Luke subiendo las escaleras, ni siquiera me miró. Al verlo comportarse de esa manera recordé a su ex-novia y me acordé de como lo pasó cuando ella se fué del país y le dejó solo, sin apenas explicaciones. Desde entonces no volvió a tener nada serio con ninguna chica. Me imaginé que por eso se ofendió tanto y decicí hacerle el desayuno en señal de perdón. Me dirigí a la cocina, al parecer las tortitas ya no quemaban sino que estaban calentitas, tomé dos y comencé a decorarlas con fruta, chocolate y sirope, más tarde cojí una taza y la llené de café, después deposité ambas cosas en una bandeja de madera y me encaminé a la habitación de Luke. Toqué la puerta de su habitación y se escuchó un ''si'' de su parte. Entré lentamente, para no derramar el café del vaso y cuidadosamente coloqué la bandeja sobre su mesita de noche.