2. " Las Diez Estúpidas Enmiendas "

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–¿Fifth Harmony? ¿Qué es eso? –preguntó Vero mientras apoyaba la cabeza sobre el hombro de Lauren. La cantante había estado buscando en internet cualquier dato para asegurarse de no haber perdido la cordura. Sin embargo, desde que subió al auto no había obtenido ninguno y su nivel de estrés aumentaba con cada página que habría –¿Era parte de nuestra tarea?

–¿Desde cuándo te preocupas por la tarea? –Alexa comenzó a reír desde el asiento del conductor. Su amiga fingió sentirse ofendida, pero finalmente le dedicó una sonrisa relajada.

–No me preocupa. Pero me gusta saber qué es lo que no hice –esta vez, ambas rieron. Era verdad, Verónica no tenía el menor interés en la clase de "Derecho Constitucional II", en realidad, ninguna de las tres lo tenía. Razón por la cual ya habían utilizado cinco de las seis faltas admitidas durante el semestre y no podían permitirse una más o tendrían que tomar la materia el siguiente curso.

–Es un grupo musical –Lauren se mantenía tan inmersa en su búsqueda que no prestaba atención a la interacción entre sus amigas. Página tras página, todas le mostraban algo completamente distinto a lo que ella conocía como Fifth Harmony; no había rastros de las chicas, ni siquiera mencionaban a Camila. Comenzaba a preguntarse si era posible hackear un sistema de búsqueda completo; era la única opción que la rescataría de haber caído en la locura.

–¿Son buenas? –Vero se inclinó un poco más para tener una mejor visión del teléfono de su amiga.

–No lo sé... –otra página web sin resultados.

–Pues... parece que no son tan famosas.

"¿No son tan famosas?" Aquellas palabras podría aceptarlas, pero de eso a "No se han obtenido resultados" hay una gran diferencia.

Alexa finalmente detuvo el auto en el estacionamiento y, al asomarse por la ventanilla, Lauren pudo ver la enorme letra "U" en verde y naranja que representaba a la Universidad de Miami. Bajaron del auto y ésta no lo podía creer; varias veces había hablado sobre asistir a la universidad, pero jamás imaginó que sería tan pronto y de la manera más extraña posible. Ni siquiera sabía qué estudiaba.

–Vamos, Jauregui –la voz de Alexa la rescató de la bola de nieve en que se estaban transformando sus pensamientos. Tenía tantas preguntas, pero se había prometido no actuar como lunática hasta que encontrara respuestas para todas ellas –. Ya es tarde.

Las tres chicas caminaron hacia el interior del edificio. El lugar era hermoso, de no haber tenido prisa, Lauren habría recorrido cada rincón. Entraron al edificio de la "Business School" y la chica observó asombrada las banderas que rodeaban al patio central. Estaba tan impactada que Alexa tuvo que retroceder para tomarla del brazo y arrastrarla hacia el salón en donde la clase ya había comenzado.

–Por consiguiente, en la Carta de Derechos de los Estados Unidos encontramos diez de las primeras-

El ruido causado por la llegada de las chicas (que habrían logrado entrar al salón de manera silenciosa si Vero no hubiera chocado con el borde de una de las mesas golpeándose el dedo pequeño del pie y profiriendo un "¡mierda!" lo suficientemente alto para atraer la atención de varios compañeros que las miraban entre fastidiados y divertidos) interrumpió al profesor Alfieri que las observaba a través de sus gafas molesto.

–Señoritas, me da gusto que decidieran acompañarnos el día de hoy... al menos. Tomen asiento –las tres obedecieron, no encontraron asientos cercanos así que Vero y Alexa se sentaron en extremos contrarios dejando a una desubicada Lauren sentarse en el centro casi al frente de la fila –. Señorita Iglesias, supongo que llega tarde porque estuvo toda la noche estudiando para la clase de hoy. Así que, ¿podría decirnos qué es lo que estipula la Primera Enmienda?

En esta vida... tal vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora