¿Qué fue lo que pasó?
Todos estaban cantando y gozando. Pero de un momento a otro... el ambiente cambió drásticamente. Los gritos desgarradores empezaron a surgir y sus almas abandonaban sus cuerpos... Todo era una Locura.
-A-ayúdeme p-por fa- -La...
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Reino de Liones; Castillo del Rey.
Cuatro de los Ocho Pecados Capitales se encontraban frente al Rey Bartra y la tercera princesa Elizabeth, a la vez que estaban rodeados de los caballeros del reino.
—Ban y King están alegremente ausentes. —Comentó el pecado de la Lujuria, Gowther.
—Caray, ¡¿A dónde fueron?! —Exclamó Diane.
—Sir Hawk, estamos al frente de su alteza. —Dice Merlín con serenidad, mirando al cerdo que devoraba con desesperación las sobras que contenía el tazón.
—¡Está bien! ¡No me molesta! —Respondió el cerdo sin dejar de comer.
—Volviste a la normalidad rápidamente. —Dijo Meliodas.
Los caballeros estaban susurrando entre ellos, el rubio lo notó al instante pero no dijo nada.
—Padre, ya podemos empezar. —La princesa, se acercó al Rey con las medallas que iban a ser entregadas ese mismo día.
—Aun no Elizabeth, falta una persona, no debe de tardar. —Le dijo el Rey con voz firme.
La princesa lo miró confundida, ¿A quién está esperando?, no tenía idea de quién era así que le preguntó. —¿Quién es esa persona, padre?.
—Disculpen la tardanza. —Se escuchó una voz desconocida para algunos, pero los Pecados sabían perfectamente a quien le pertenece. —Estaba resolviendo unos asuntos.
La misma mujer que se apareció en la batalla contra Hendrickson llegó al lugar, a su izquierda se encontraba el niño albino observando todo, sujetando con un poco de fuerza la ropa de la mujer. La vestimenta de ambos eran muy llamativas . La mujer vestía de tonos rosas, mallas blancas y cascabeles incluidos, mientras tanto el niño vestía de tonos azules con un estampado de diamantes y una gorguera blanca, igualmente su vestimenta incluía cascabeles, los zapatos de ambos eran puntiagudos con la diferencia de que los de la mujer eran tacones. Fácilmente se podía deducir que los dos eran bufones.
—No se preocupe la entiendo, ahora sí podemos empezar. —Dice el Rey Bartra para dar inicio a la ceremonia.
—Por el tono de voz y su olor, eres el pecado de la Locura ¡Crowe! —El pelirosa habla mientras hace señas extrañas.
La mencionada se coloca junto a los Pecados cargando al pequeño niño.
—Los Ocho Pecados Capitales junto al caballero de las... ¿S-sobras?.
La princesa se acerca a su oído —Limpiadores de sobras. —Le corrige en un susurro.
—Les otorgo el reconocimiento por sus servicios al proteger al reino de la reciente amenaza.
—¡Objeción! —Grita de repente el rubio y todos lo miraron tanto confundidos como sorprendidos, a excepción de Merlín y Crowe, y bueno, el pequeño Eber quién se había quedado dormido en los brazos de Crowe. —¡¡Parad la entrega del reconocimiento!!.
