Todo me lleva a ti...

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La burbuja que encapsula mi alma se encuentra en el quiebre de la demencia.

Minutos que se estancan en conversaciones hipócritas.

Se ha roto un pedazo de mí, un pedazo de ti, no necesitamos una tercera rueda.

He pedido en un momento de arrebato, que las noches se vuelvan eternas.

Comencé la carrera que nunca había deseado iniciar.

Se me hace imposible no perderme en la historia que hay detrás de tus iris.

Somos demasiadas palabras que no se pueden encerrar en una novela, pues está incompleta.

Los niños se ven en nuestros planes futuros... una vida al lado del otro, un sentimiento de estar completo.

El universo se ha resumido en unas palabras, y nosotros en unas palabras englobamos más que un universo.

Demasiado éxtasis para un cuerpo tan rompible, oscuridad que ciega la vista del joven, momentos efímeros que son una vida.

He comenzado a desear la carne de otro ser, me ha vuelto la intensidad de la juventud arrebatada.

Las mañanas son más interesantes a la par del ser que amas, se transforma y se vuelve el sentido mismo del hoy.

Comenzamos a decir las cosas con miradas, explicar los reportes del día a día a través de videollamadas.

Las noches cubiertas con velos negros, las mañanas vestidas de blanco para coronar lo nuestro.

El romanticismo no se ha quedado atrapado en la edad moderna, porque nuestro amor revive muertos y le da color a lo monótono.

Este poema se centra en como todo gira alrededor de ti, como sales de entre medio de la tristeza para hacerme olvidar.

Eres muchas emociones enmarcadas en un cuadro que se le titula: "lo imposible, es no amarnos".

O quizás lo posible es un conjunto de coincidencias que han creado una laguna entre miles que pudieron haber sido.

Te amo... ¿lo sabias?

Poemario |•¿tu aqui?, ¿de nuevo?•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora