Date cuenta.

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-¿Por que cres que todo se perdio? - pregunto el psicologo.

- Por que el era la razon de mi ser, mi alma gemela, la razon de levantar el rostro y decir: puedo seguir, el era mi pilar, lo unico que me mantuvo en pie, lo unico que me sostenia de caer al vacio de la soledad, la soledad, esa perra que hunde sus garras en tu pecho y te ahoga, te quiere matar!, el era el unico que me mantenia lejos de eso, pero lo perdi. - respondio la mujer, las lagrimas corrian por su rostro acristalando emociones, dolor, ella sentia mucho dolor, - El ya no pudo con el peso de mi alma.

- No digas eso, nunca se pierde algo por mucho tiempo, - Respondio el psicologo, la compasión llenaba su rostro, un rostro que había escuchado esa historia miles de veses, - El siente lo mismo.

- ¿Como usted de todas las personas puede decirme eso ?, Si el sintiera lo mismo me condenaria en el infierno, por hacerlo sentir igual de miserable - sollozo

- Es que, señora, el estuvo aqui ayer y piensa lo mismo.

                        ***

En el momento en que la mujer puso un pie en la asera fuera del consultorio de el psicologo, corrio, corrio con todas sus fuerzas, corrio tan rápido como sus músculos se lo permitían, corrio al parque, en donde aquel hombre pasaba su tiempo libre, ella lo sabia bien, pues compartian todo, TODO, los musculos de la mujer quemaban, su piel hormigeaba con anticipacion, rogando por el tacto de aquel hombre. Ella se adentro en el parque...

Junto al lago en una banca blanca, sentado, con las manos metidas en los bolsillos y los pies estirados, su mirada iva hacia el lago, sus ojos azules no miraban nada de este en concreto, solo al lago, solo el...

Ella corrio y tropezó  una y otra vez, pero no cayó, siguio, por el...

El por el rabillo del ojo la vio correr, acercarse, su piel zumbo ala vida y su corazón trastibillo, se volteo lentamente para ver como ella corria para alcanzarlo, se levantó de la banca y se preparo para el impacto, ella se abalanzó a sus brazos, que el habia abierto gentilmente, paso sus brazos alrededor del cuello de el, y lo beso, el respondió con fervor el beso, cuando finalmente se rompio el beso, los dos jadearon por aire, la miro a los ojos, y ella lo miro a el.

- Estaba esperando que te dieras cuenta - dijo el.

- ¿De que?, ¿de que yo estaba equivocada? - contesta ella

- No, de que... - la miro con  fervor y adoracion, - lo eres todo para mi.

Las palabras se las lleva el Viento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora