Estación Zombie

I

Hola, aquí de nuevo, una amiga leyó mi historia y dijo que le faltaba un poco de explicación a algunos puntos, así que decidí escribir uno al inicio y uno al final, como explicándo un poco y finalizando otro poco.

Ahora si, el capítulo.

— Entonces me voy, portante bien — me incliné para despedirme de mi papá en respuesta.

Levante la cara ya que se había quedado callado sin mover ni un solo pie, ¿no pensaba salir? Su avión se iría sin el. Sentí su mano acariciar mi cabeza y de pronto beso mi frente, lo mire con total extrañeza.

No habíamos tenido tal contacto desde que murió mamá, no creí volver a verlo p sentirlo de forma cariñosa, era extraño, pero lo extrañaba.

— Que te vaya bien — me detuve unos segundos — Te amo papá — sonreí levemente, me miró con ternura.

Asintió y salió del departamento.

Me sentía contenta y extraña por tal acción, me volví a quedar sola, por lo menos estaría sola durante unas dos semanas, el se iba de viaje de negocios a Estados Unidos y yo me quedaría sola aquí en corea.

Ya que era domingo y no tenía nada más que hacer, aproveche el tiempo para estudiar y adelantar mis tareas, solo así tendría tiempo para descansar y ver series.

Como dije, pareciera que ya lo había planeado todo, ya que cuando menos me di cuenta ya eran las nueve de la noche, hora en la que me dormía para poder levantarme temprano e ir a la escuela.

Hice mi rutina de limpieza y me fui a la cama después de haber cenado.

...

— ¿Tienes algún problema con eso? — Minho estaba agarrando del cuello a otro miembro del equipo de béisbol.

— Minho — lo llame — ¿Te gustaría acompañarme por un café? No desayune esta mañana — volteo a verme.

Su rostro malhumorado se transformó en uno más amistoso en cuanto llame su atención.

— Claro que si linda. Te compraré lo que desees de la tienda.

— Eso me gustaría. Pero me harías más feliz si tan solo dejaras de molestar a los novatos — dije de manera inocente.

— Bien, lo que tu digas — paso su brazo por mis hombros.

— Pero que obediente Minho — bromeo uno de sus amigos.

— Que puedo decir, es la consentida de las porristas y mi favorita — sonrió se pareja a oreja y me guiño un ojo.

— Tu no cambias — bromee.

Ya en la cafetería nos dirigimos a nuestra mesa y nos sentamos en nuestros respectivos lugares.

— Ve a traerme una lata de café — le ordeno a una porrista de primer año.

— ¿Acaso no tienes piernas Jin-hee? — le pregunte curiosa.

Mi especialidad, dar ternura y hacerme la tonta cuando claramente estoy siendo agresiva.

— Ah, Song-I...

— Capitana Song-I — la mire con autoridad y luego le sonreí amistosa.

— Desde luego, capitana Song-I. Supe que su padre salió de viaje de nuevo ¿tiene algo planeado? — empujo a la otra chica de forma discreta para que fuera por su café.

Sonreí burlona, evitó mi pregunta con una que ni tenía que ver con el tema, haciendo que la frase "su padre salió de nuevo" captará la atención de los demás.