Cinco.

239 22 7
                                    

Claudia me contó durante media hora todo su viaje y me hizo prometerle que esa tarde saldría con ella.

Nash petó tan fuerte que hasta me asusté.

-Sal de una puta vez,ya te he calentado el café cinco veces.-Dijo con una voz muy dulce para ser él.
-Está bien-Con él nunca sé que decir.

Me acaba de hacer el desayuno.Él.Es la primera vez así que supongo que querrá algo.

-Sabes que no hubiera pisado esta casa si no fuera importante.-Dijo gruñiendo.
-Lo .-Lo sabía pero no deseaba oírlo.
-Mi padre me ha echado y esta vez dudo que me deje volver allí hasta que pase un tiempo,así que me preguntaba si podía quedarme aquí mientras...
-Está bien.-Le interrumpí.

Acabamos de desayunar en silencio, y creo que mi corazón latía tan fuerte que hasta él podía escucharlo.

Por una parte deseaba que simplemente hubiera venido a pasar la noche y que cuando me despertara el ya no estaría aquí,antes siempre hacía eso...

Pero por otra parte,joder,¿Cómo coño voy a controlar mis emociones si él esta aquí?.

La idea de tenerlo de nuevo me aterra pero a la vez lo echaba tanto de menos.

Estos meses han sido los más duros de toda mi vida.Incluso puedo jurar que prefería todas las putas peleas a un día más sin él.

Me duché y hice todo lo posible para no acordarme de que lo tenía a unos metros y de las duchas que nos dábamos juntos.

Me vestí y decidí ir al salón para decirle que había decido perdonarlo,que aunque me hubiera roto el corazón lo necesitaba,necesitaba todo de él,que sus labios volvieran a bajar por mi barriga y que sus fuertes manos me agarraran una vez más de la cintura.

Abrí la puerta de el salón y no estaba allí.Lo busqué por toda la casa y no.Se había vuelto a ir.Me senté contra el frío suelo de el pasillo esperando que regresara y que me dijera que solo había salido a comprar. Pero no.No volvió.

Me levanté, y prometo,que la poca dignidad que me quedaba se quedó en ese puto suelo.

Encima de mi ropa había un sobre que con una escritura perfecta ponía;An.

Supe que era él,solo él me llama así.

Empecé a leer.
'An.Sabes que no se me dan nada bien estas mierdas pero todavía es peor si las intento decir en persona. que la he jodido mucho contigo y que he sido el mayor cabrón de el mundo.En cambio, siempre has estado para mi,incluso cuando no hacía más que enfadarte y gritarte que te odiaba.(Te confieso que nunca te he odiado y que solo lo decía para hacerte daño).Solo quería darte las gracias por aceptar que me quede y pedirte perdón por todo la mierda en la que te he metido,nunca fue mi intención.Jamás dejaría que te hicieran daño aunque por culpa de eso,he sido yo quien más daño te ha hecho. Una vez más lo siento.

Nash.'

Rompí a llorar casi sin darme cuenta.

Sé que no me había dicho que volviéramos ni me ha dicho que esta noche dormiría conmigo,pero esto,es justo lo que necesitaba oír.

Metí la carta en el cajón por miedo de que se arrepintiera y volviera para romperla.

Acabé de vestirme y salí de la pequeña habitación.

Decidí no cerrarla con llave porque deseaba encontrármelo encima de la cama cuando llegara.

El coche estaba frío y por un instante me imaginé a Nash prestándome su chaqueta.

Sé que lo habría hecho.No se permitiría verme muerta de frío.Por muy enfadado que estuviera yo sé que no se permitiría que me pasara nada malo.Y eso lo que más me gustaba.Sentirme segura y libre a la vez.

Al llegar al parque vi a Claudia sentada en un banco.

Estaba feliz,y me acordé de el momento en el que la conocí.

Cuando iba a quitarme la vida por culpa de aquellos ojos azules,y ahora,le he permitido que vuelva a mi vida.

Mejor me ahorraré los detalles de que Nash ha vuelto,por lo menos,hoy no pienso contárselo.

Corro hacia ella y la abrazo.

La echaba mucho de menos.

-Te quiero Claudia.

Me abraza más fuerte.

-Te quiero Anna.

Todo oscuro,sin estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora