YoonGi tardó una semana en decirle a JiMin sobre la boda, pero al final tuvo que hacerlo cuando él lo vio organizando algo. No le había agradado en absoluto, pero no había tenido más opción. Así que se lo confesó sin mirarlo. Aunque no le habló de la amenaza.
JiMin simplemente aceptó la noticia sin decir nada al respecto y continuó cuidándolo. Fue la primera noche en que no se dijeron nada ni durmieron abrazados, los dos completamente idos en sus pensamientos.
Luego de eso, la relación con JiMin se tornó distante. Los besos eran contados y ya ni siquiera hacían el amor. YoonGi lo consideraba uno de los peores castigos. Saber que JiMin ya no quería hablarle más que lo justo y necesario era una de las peores cosas que le habían pasado.
NamJoon se encargaba de ayudarlo en algunas cosas de la boda, aunque YoonGi había decidido que la mayoría fueran elegidas por los Yi. Realmente no le interesaba si elegían adornos exóticos o cosas extrañas para comer, lo único que quería era que llegara ese día para terminar lo antes posible con la mierda.
Las cosas se estaban tornando insoportables.
–JiMin–dijo al ingresar a la sala de entrenamiento y ver que él estaba practicando con una espada–, ¿por qué estás entrenando con eso?
–Consideré que era mejor ampliar mis conocimientos en el uso de otras armas–respondió suave pero cortantemente.
A YoonGi le costaba acostumbrarse a eso.
–Bien, la cena estará en una hora. Te espero. –antes de salir, la voz de JiMin lo detuvo.
–Cenaré con TaeHyung, no me esperes.
YoonGi se negó a decir algo y simplemente salió sin mirar atrás.
Ya a la hora de dormir, a tres días de la boda, YoonGi vio a JiMin encaminarse a su pequeño lugar preparado para dormir. Se acostó en la cama y lo esperó, pensando que había ido a cambiarse. Pero luego de varios minutos sin aparecer, se levantó y fue a verlo. JiMin estaba acostado en la cama que nunca antes había usado y que había sido preparada como una excusa para que durmieran juntos.
Sin decir palabra volvió a su cama donde se acostó y tardó en conciliar el sueño.
La idea de que pronto se casaría comenzaba a enfermarlo.
|-|El emperador Min|-|
Llegado el día de su boda, Min YoonGi se sentía yendo a su muerte. Más que un día feliz, sentía que era deprimente y horroroso. No conocía a la hija de los Yi y encima había tenido que soportar al metiche sobrino. Cada vez que lo veía sentía la necesidad de clavarle una espada en el ano. Si no fuera por él ahora no estaría caminando a su condena.
NamJoon se aseguró de que luciera bien, a pesar de que realmente no deseaba salir de su habitación. JiMin estaba luciendo hermoso aunque se veía serio mientras lo seguía. No podía saber cómo se sentía con esa mirada tan fría, pero lo único seguro era que estaba tan triste como él.
Casi todo el pueblo estaba en la boda. Solo reconoció a unos pocos, entre los cuales notó a Seok Jin y JungKook. El experto en armas no se veía para nada feliz con la boda, YoonGi prefería no tener que preguntarle.
En la ceremonia, luego de dar sus votos y demás mierdas que YoonGi se aprendió de memoria, conoció a su esposa, lady Yi. Era joven, de unos dieciséis años, de tez pálida, ojos pequeños y delgada. No tenía labios y mejillas prominentes, era sencillamente linda. YoonGi no podía describirla de otra forma.
Otro hombre se sentiría afortunado de tenerla, no solo porque se casaría con una mujer de un importante clan, sino porque era bonita. Sin dudas, si YoonGi pudiera acostarse algún día con ella sin sentir asco, tendrían hermosos hijos.
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El emperador Min [YoonMin]
Fiksi PenggemarCuando la desgracia cae sobre el gran emperador Min, todo parece romperse para su único hijo y heredero Min YoonGi, quien pierde el completo derecho de gobernar sobre Corea. Medio muerto y a las afueras del reino, Min YoonGi piensa que va a morir si...