Irene sentía como movían su ropa interior de poco hasta que la hacían a un lado para acariciar su centro, sentía que estaba a nada de correrse, no aguantaría mucho, pasaron un dedo por toda su intimidad hasta que se detuvo a frotar su clitoris. Estaba tan mojada que el dedo resbalaba, estaba boca abajo en una cama, únicamente con la cintura levantada, sólo tenía un brassiere negro que iba a juego con su tanga, seguían frotando una y otra vez, sus gemidos eran más fuertes, estaba tan caliente que ahora los sonidos al frotar su clitoris eran cada vez más obscenos. Hasta que introducieron dos dedos dentro de ella, una y otra vez pero la fricción de los dedos hacia su clitoris sólo hacía que necesitará más y más.
"Aahh más, más, estoy a punto de correrme" Por alguna razón no había volteado para ver quién estaba follandosela, hasta que cuando sintió que estaba a nada de correrse, escucho que alguien muy cerca de su oído le dijo.
"Quiero sentir como te corres..." Ella sabía muy bien de quién era esa voz, justo cuando volteo, vio como una mano se desaparecía entre su piernas, y movió la mirada para verla, sabía que era Seulgi, le atraía desde hace mucho tiempo y sentía una tensión sexual muy grande desde hace mucho tiempo, así que al ver que abrían sus piernas y se introducía en ella en un vaivén que parecía no terminar no creía que ella era quién estaba dándole el mejor orgasmo que ha tenido, no aguanto más y se corrió.
Fue hasta que despertó demasiado agitada y con la entrepierna demasiado húmeda, cuando pudo calmar su respiración, se dio cuenta de que todo había sido un sueño húmedo. De hecho, el primero en su vida y aunque había sido un sueño, su entrepierna no dejaba de palpitar, se paro para cerrar la puerta de su cuarto con seguro, cuando lo hizo, bajó su short que era parte de su pijama, e hizo lo mismo con su blusa, la subió pero no del todo, dejó que sus pecho salieran de ella, al dormir no usaba brassiere, era más fácil.
Se recostó y abrió las piernas lentamente, tenía que ser muy cuidadosa y callada, la puerta de su cuarto daba directamente al espacio de Seulgi, no quería que se escuchará como se masturbaba y menos que lo hacía por ella. Cuando terminó de abrir sus piernas, hizo a un lado su ropa interior y no pudo evitar recordar como Seulgi la había follado en su sueño, al final, su tanga negra iba a terminar mucho más húmeda.
Así que frotó su clitoris una y otra vez, hasta que el movimiento de su mano era más firme y más rápido. A estas alturas no le importaba si se escuchaba mucho, estaba imaginando como montaba a Seulgi, a pesar de que eso la excitaba de sobremanera, el pensar en ella al correrse, no hacía más que excitarla más.
El sonido de sus dedos saliendo de ella cada vez era más fuerte, y no sólo era ese ruido, si no que su cama empezaba a rechinar, y ponía una mano dentro de su boca para morderla para no terminar gimiendo, hasta que no aguanto más y su mano se movía mucho más, entrando y saliendo de ella, pero sus gemidos ya ni siquiera los podía aguantar mordiendo su mano, hasta que por fin sintió mucho más intensos sus espasmos y terminó con las piernas cruzadas y el cuerpo temblando por completo.
Se acaba de correr y el placer seguía sintiendolo, sentía su entrepierna tan húmeda, pero escucho como alguien estaba demasiado cerca de su cuarto, no quería verse tan obvia que se paró rápido para quitarle el seguro a la puerta de su cuarto y después de acomodarse en su cama para aparentar que ella había estado durmiendo, acomodo su blusa y la ropa de cama, aunque seguía tan sensible de su entrepierna que no alcanzó a subir su short por completo, cuando escucho que tocaron su puerta, se volteo para dar la espalda, justo abrieron la puerta de su cuarto y alguien se acercaba poco a poco a ella, hasta que sintió una mano en su cadera, un poco más arriba de dónde estaba el inicio de su short, supo que no había logrado subir todo su short justo por eso.
La mano que tenía en su cadera, la estaba jalando un poco hacia atrás, intentó hacer su mejor actuación y aparento que apenas se había acabado de despertar, cuando abrió los ojos, se dio cuenta que quién la estaba despertando era Seulgi.
