Todo seguía igual, nos insultaban.
Te hacia bromas para que por lo menos rieras un poco y olvides esos insultos.
Apenas reias, tenías los labios resecos y rotos.
Al igual que tu alma.
No era algo que había visto en ti.
No era normal en ti.
Tus delgadas manos tocaban mis hombros, a la vez cerradas los ojos hasta no poder.
Se nos burlaban, los odiabamos.
Era incomodo.
Nos sentíamos extraños y nos preguntábamos ¿Qué tenemos? Parecíamos monstruos graciosos, gracias a sus burlas.
Parecía un circo de payasos, estúpidos.
Pero igual, nos queríamos, era un hilo rojo imposible de romper, éramos invencibles.
Eramos INSEPARABLES.
«Mi Vida, TE AMO, la persona más especial que he conocido eres tú, TE AMO, eres mi vida, mi consuelo, MI TODO».
Estaremos unidos por siempre querida.
«Mi Vida».