El Botín de Guerra

Capítulo 4

4 de julio de 2000

Bueno, es el 4 de julio. Día de la Independencia, lo que significa fuegos artificiales, banderas americanas y todo lo demás. Pero lo más importante hay dos cosas. Fiestas en la piscina y buena comida. Nuestra casa no era nada especial, pero teníamos suficiente espacio para mí, mi mamá y mi papá. Pero también teníamos un bonito patio trasero para una piscina y una multitud decente. Amanda y yo habíamos estado saliendo alrededor de 2 semanas y aún no había conocido a sus padres, así que decidimos salir a la parrilla y nadar en mi casa. Tenía muchas ganas de hacerlo.

Solo pensar en ver a Amanda en traje de baño ahora era orgásmico. La había estado mimando las últimas 2 semanas desde que salimos ese primer día. Su vientre y caderas se veían cada vez más grandes y anchos, y la comida cada vez más. No había salido y admití mi fetiche, pero parecía que ella no había notado su ligero aumento de peso o no le importaba. Posiblemente ambos, pero de cualquier manera estaba esperando la noche.

Salí a limpiar la piscina, la casa, mi habitación y todo lo demás. Quería que fuera perfecto para cuando vinieran. Muy pronto, terminé de limpiar todo y mi papá comenzó la parrilla cuando comenzaron a cruzar la calle. Todos iban vestidos casualmente, con ropa que cualquiera usaría para ir a la playa: chanclas, camisetas sin mangas y trajes de baño. No podía notar mucha diferencia en Amanda ya que toda su ropa era holgada, pero su madre parecía mucho más pesada que cuando la vi por primera vez. Su barriga se hundió más allá de sus partes privadas, sus senos estaban caídos y ahora tenía múltiples barbillas.

Tocaron el timbre y los saludaron a todos, abrazando a Amanda y a su madre a pesar de no poder abrazarla por completo. Estreché la mano de su padre con firmeza mientras los conducía a todos al patio trasero. Estábamos bromeando y pasándolo bien mientras saltaba a la piscina de nuestro trampolín haciendo un salto frontal. "¡Vamos Amanda, entra!" Ella puso los ojos en blanco juguetonamente y se quitó la camiseta, revelándose. El daño fue bastante extenso a su aspecto cuando llegó aquí también. Su barriga recortada no colgaba sobre la parte inferior de su bikini, los senos se derramaban casi por el sujetador y, mientras saltaba, casi toda se sacudió. Cualquier antiguo cuerpo de atleta que tenía se había ido. Traté desesperadamente de ocultar mi propia erección.

Pasamos un buen rato nadando y jugando en la piscina, lanzando el balón de fútbol y saltando del trampolín. Finalmente, mi padre nos pidió que comiéramos y todos nos apresuramos a salir. Comieron hamburguesas a la parrilla, salchichas, también prepararon frijoles horneados y ensalada de papa. Todo estaba delicioso mientras comía una porción abundante. Amanda, sin embargo, era un espectáculo para la vista. Comió durante casi una hora consecutiva, volviendo a buscar plato tras plato de comida hasta que finalmente desapareció. Tanto ella como su madre habían disfrutado mucho, agarrando sus vientres mientras estaban llenas hasta el borde. Envolví mi brazo alrededor de Amanda mientras nos acurrucamos para ver una película esa noche antes de disparar fuegos artificiales. Nuestros padres tienen una conversación a nuestro alrededor y se llevan bastante bien. La miré y le dije: "Bueno, esto ha ido bastante bien ahora, ¿no?" Amanda solo acaricio un vientre hinchado algo avergonzada "sí, pero tuve problemas con la comida, ya no soy como cuando llegue".

La miré, sosteniendo su cabeza en mis manos "Bebé, nunca te amaré por tu peso. Ya sea que peses 100 o 300 libras. Eres hermosa para mí" y la besé, sonriéndole para tranquilizarla. "Que siempre te puedo garantizar", me devolvió el beso y terminamos la noche viendo una película, viendo los fuegos artificiales y viéndola alejarse. No pude evitar imaginarla con otras 100 libras sobre ella. Su vientre colgando, su culo balanceándose y gordo, sus tetas caídas. Me encendió y con eso subí para aliviarme y me quedé dormido en mi cama.