Capitulo 17

157 19 2
                                    

Casi corrí para no perder el ascensor y tuve que conducir un poco más rápido de lo habitual para llegar antes de mi cliente. No podía dejarlo esperando.

Me ponía tan malditamente nervioso antes de los juicios, que sentía que mi maletín iba a resbalarse de mis manos sudorosas, a pesar que era temprano.

Vi al señor McLey bajarse de su auto y caminar en mi dirección. Repasamos un par de cosas y lo puse en los peores escenarios, donde aun así ganaba patrimonio económico, que era lo que parecía importarle, ya que no tenían hijos.

-Eres bueno-me dijo mientras terminaba su cigarrillo-nunca pensé que me iba a poder librar de esa perra.

Solo asentí incomodo porque ese adjetivo era uno de los más suaves que había ocupado con la que ahora era su ex esposa.

-Pero fuiste un hijo de puta y le pudiste sacar todo el maldito dinero-sonrió-dios, pensé en un minuto que ella lloraría. Eres bueno-me apuntó con el dedo-Si algún amigo que divorcia ten seguro que te voy a recomendar.

-Hay muy buenos abogados en el bufet y todos estarán felices de representarlos.

-Te pedirán a ti-asintió-porque yo me voy a encargar de eso.

Me dio un abrazo fuerte y las gracias de nuevo, para verlo subirse a su auto e irse como un hombre soltero y listo para arruinarle la vida a otra mujer. Era ese tipo de maridos.

Yo solo me desligaba de eso después de que el juez determinaba la sentencia. Así que conduje hasta casa para darme estos dos días de solo dormir hasta tarde y estar con Louis. Necesitaba abrazarlos, mientras estábamos acostados, sin hacer nada. Solo quería estar así.

Llegué a casa y Louis parecía seguir durmiendo o lo que yo creía, había desayunado y volvió a dormir. Eso lo hacía cuando ya estaba sin ideas y no se quería desgastar, porque cuando venía toda esa ola de creatividad podía pasar días escribiendo.

Así me quité la chaqueta, me solté un poco la camisa y me metí a la cama con él, sintiendo como se giraba y me abrazaba por la cintura. No parecía conectar que ya había vuelto. Debía estar muy cansado, así que comencé a hacerle cariño en el cabello y yo también comencé a quedarme dormir, hasta que sentí mi teléfono sonar. Me levanté enojado y casi corrí al balcón para poder contestar.

-¿Hola?

-Ya casi es hora de almorzar y aun no llegas ¿Qué pasó?

-Me dieron la tarde libre.

-Mierda, tienes razón. ¿Estás listo para el viernes?

-Estaba pensando que podríamos viajar el jueves en la noche, así estaremos menos tiempo allá y hasta podríamos volver el mismo día.

-Lo que sea más cómodo para ti, yo no entiendo nada de esto.

-Tu solo tienes que seguirme, asentir y estrechar muchas manos. Así quedaremos bien con todos.

-Como un día normal en la oficina-bromeó.

-¿Tu aun estas allá?

-Sí, tuve que ir a buscar unos informes de una trabajadora social y pasé a dejar unos documentos, pero creo que me iré a casa. Es un poco injusto que yo esté aquí y tú en casa.

-Bueno, la vida no es justa. Volveré a dormir, tú sigue en tu trabajo.

Escuché su risa por mi comentario y luego que me fuera al demonio, para cortar la llamada. Así que puse un recordatorio para poder organizar todo en la tarde. Esperaba estar el menor tiempo posible allá.

Hábitos Inadmisibles  [Larry Stylinson] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora