Final

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— ¡Profe mmm...! — gemía un alumno ferozmente sobre el escritorio de su amado profesor.

— Bebé, hoy te has portado muy mal — habló Singto al recostarse sobre la espalda de Krist, levantando su culo al aire — Tocarte disimuladamente mientras yo daba la clase y morderte esos labios para no gemir y ser pillado, excepto por mi porque sabias que te estaría observando. Todo lo planeaste, ¿No es así?.

— Yo mmm... Y-yo solo quería ¡Ngh! — Krist cerró instantáneamente los ojos al sentir una fuerte nalgada para luego ser penetrado. Singto lo estaba follando duro por el culo sobre su escritorio, mientras él se hallaba parado a sus espaldas. A Krist se le aguaban los ojos al sentir tanto placer.

— Te encanta provocarme y mereces ser castigado porque estabas consiente que no podía hacer nada en ese momento — "Plaf" otra nalgada se escuchó en la habitación, haciéndose cada vez más notable la marca de la mano de Singto en el blanquecino culo del menor, tal chico al dibujar con acuarelas en un papel — Si lo vuelves a hacer te juro que no me va a importar nada, te voy a tomar en ese mismo instante frente a todos y voy a chupártela, haciendo un mejor trabajo con mi boca que con tus manos.

— Joder si... ¡Ahí! — Singto había tocado su punto dulce — Oh ¡Profe, profe, profe!... ¡Más ah, ah!.

El mayor aumento, si era posible aún más, el ritmo. Sus testículos chocaban por el fuerte impacto, sus transpiraciones y pre-semen brillaban y resaltaban en su desnudez.

— ¿Quién es tu profe Krist? — preguntó Prachaya enterrando su cara en las nalgas de su alumno para besarlas y morderlas — ¿Quién es? ¡Dímelo!

— Tu joder, tu eres mi puto profe — Krist arañó la madera y restregó todo su culo por la cara de Singto — ¿M-Me puedo co-correr?

— Pídemelo bien.

— Profe ngh... ¿Me puedo correr por favor? — preguntó desesperado.

— Hazlo bebé, hagámoslos juntos.

Y así lo hicieron cuando Prachaya dio una profunda y placentera embestida. Lo tomó de las caderas mientras se vaciaba en él, su semen caía de su hermoso culo y piernas, mientras Krist manchaba todo su escritorio y pequeñas gotas llegaban incluso hasta los muebles.

Como siempre, porque ya habían perdido la cuenta de cuántas veces habían follado, Singto lo cargaba hasta su silla y lo limpiaba con delicadeza. Krist quedaba rendido luego de cada encuentro, así que se dejaba hacer y deshacer ante los suaves tratos de Singto y luego este siempre lo cubría con una prenda suya. Krist amaba y atesoraba esos detalles.

— Tengo tus notas finales — habló el mayor luego de haberse puesto presentable.

— Oh — exclamó nervioso Krist.

Hacía dos meses que Singto lo venía ayudando. Se reunían tres veces por semana, allí mismo en su despacho y Prachaya le daba tutorías. Obviamente que después hacían algo más que estudiar, pero dentro de todo estudiaban.

Krist este último trimestre se había esforzado muchísimo, incluso como nunca sin exagerar, para obtener una buena nota. Con lo bien que Prachaya le explicaba ni hacía falta estudiar, pero él sin embargo reforzaba y repasaba cada noche en su casa. Quería demasiado tener una buena nota en su materia.

— Las tengo acá, se las iba a entregar mañana a todos, pero te las doy ahora — hizo amague de buscarlas en uno de los cajones, pero Krist lo detuvo rápidamente.

— ¡No! espera — lo sujetó de las manos para que lo mirase — ¿Me las podrías dar mañana como a los demás? No sé si esté listo — admitió avergonzandose.

Singto sonrió y lo miró enternecido.

— Claro, como quieras bebé — lo levantó de la silla para el sentarse en ella y cargarlo — Pero tranquilo. ¿Te duele? — cambió de tema al masajear sus nalgas — Perdóname.

— No necesitas pedirme perdón — rió — Admito que es excitante cuando me castigas, me gusta.

— Pero mira que pícaro —rió ahora Krist — Yo admito que me gustas en todo momento— y lo besó.

*****

Al otro día Krist estaba demasiado inquieto, ni Off y Tay pudieron calmarlo. Krist solo se calmaría al ver su nota. Aceptaría cualquier número que Prachaya decidiese que merecía porque le había pedido, muy avergonzadamente, que no quería saber nada de que sus notas aumentaran por su "relación". Singto cuando escuchó tal petición por parte del castaño negó rápidamente diciendo que jamás le haría eso, Krist no era una puta, era mucho más que eso y se lo dejo bien en claro al hacerle el amor aquella tarde.

Cuando Prachaya entró al salón todos tomaron silencio rápidamente, todos esperaban esa nota pues era la última para saber si pasarían de año o no. Por ende, Singto sin rodeos empezó a entregarlas banco por banco.

Con estos últimos exámenes Prachaya no había tenido compasión, puso la nota que cada estudiante merecía y eso quedó muy claro en las alegres, pero ojerosas, caras de los que se habían desvelado estudiando y los que se enojaban sin razón alguna por pensar que se les regalaría la nota.

Krist sentía que esperaba una clase de sentencia desde su banco. Singto estaba a un banco del suyo, su respiración se aceleró. De un momento el mayor ya estaba a su lado y Krist lo miro tímidamente. Prachaya le extendió el examen y antes de que siguiese repartiendo los demás, se acercó ágilmente a su oreja y le susurro unas palabras que sabía que nunca las olvidaría porque lo dejarían marcado siempre.

— Estoy muy orgulloso de ti, felicidades. Te amo Krist.

Había sacado un ocho y Singto Prachaya, su profesor, estaba orgulloso de él como siempre quiso y Prachaya lo amaba, como él también lo hacía.

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Nunca he escrito tanto Prachaya como en esta adaptación. 

Profe [SingtoxKrist]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora