❝ Mi plan era demasiado simple, pero terminé enamorándome de ti, eso lo complicó todo. ❞
Shawn es un cleptómano, ha sido expulsado de su escuela debido a esto. Ahora está en una nueva escuela: Leigh College, sin amigos, solo y con el temor de rob...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Cómo había aceptado hacer tal estupidez? No lo sabía. Camila y Shawn ahora corrían de aquel hombre dueño de un puesto de comestibles.
— ¡Vuelvan aquí! — Gritaba el hombre una y otra vez persiguiendo a ambos bajo la lluvia. Era cierto, Shawn corría muy rápido.
— Mierda, mierda, mierda — murmuraba el castaño al notar que la chica corría muy lento para él, haciendo que tomase su mano, dejándola sorprendida ante tal repentina acción.
Una vez que ambos dieron vuelta en la calle y perdieron de vista al hombre, se sentaron en el suelo. Con sus impermeables mojados y con la respiración agitada.
— Maldita sea, ese hombre sí que corre rápido — murmuró Shawn, haciendo reír a la pelinegra. — Camila.. ¿ya crees que soy rápido?
— Te dire que sí, sólo para alimentar tu ego — dijo quitando su capucha, Shawn imito su acción y al tiempo abrió la lata de refresco en su mano, ésta derramándose debido a su escape de aquel hombre.
— Idiota, te dije que la sostuvieras bien — burlo la chica haciéndolo mirarla mal. Shawn de pronto sintió ese pequeño fragmento de felicidad, nunca había pasado un momento así con alguien y.. Camila era muy linda, más con esa sonrisa en su rostro. — Mira, así es como debió de abrirse.
Al abrir su botella, sólo sonó aquel gas y ella llevo la bebida a su boca. Seguía sin creer haber aceptado hacer tal estupidez, eso haciéndola reír de nuevo.
Ambos, estaban pasando un buen momento, era la primera vez que se sentían tan vivos... La primera vez en mucho que Camila se sentía de verdad feliz aunque sólo se permitiría unos segundos más de ella.
— Oye, Shawn — llamó la chica, — Debo irme ya, ya sabes, escuela. — dijo levantándose y despidiéndose de él.
...
A la mañana siguiente, Shawn se sorprendió de llegar al aula y encontrarse a Camila sentada en el pupitre a su lado.
— ¿Camila, tú..?
Apenas iba a cuestionar el castaño cuando esta la interrumpió, — Cállate, empieza la clase.
A Camila no le importaba ni un poco la clase pero no sabía de donde sacar la excusa del que estuviese sentada allí. Algunos alumnos echaban miradas curiosas a ella y ahora le parecía una completa idiotez (así cómo todo lo de ese instituto), el hecho de que mirasen mal y excluyeran a un chico tan dulce como Shawn.
