DOS REALIDADES-jaepil.

Capítulo 4

Jaehyung🎸

Entre con cierta desesperación a mi casa, me sentía perseguido después de salir del colegio...Sí, tengo acciones repentinas, también puede ser que tome las cosas con mucho nerviosismo pero no encuentro la forma de controlarlo, por más que intente actuar como alguien más siempre termino hecho un desastre con un enredo de pensamientos y con mucho miedo.

Entre tantos pensamientos decidí olvidar lo que paso recién y también dejar de actuar como una "loca fanática" del chico nuevo, no lo conozco ni un poco, solo su nombre y que me ponga de esta forma por un par de palabras que interactuamos es ridículo y no permitiría hablar con él nunca más.

Cuando digo nunca más, va enserio.

Fui directo para mi habitación. Aproveché que no hay nadie en mi casa para tocar la guitarra que compré con la plata que ahorré con toda esperanza de tener un hermoso instrumento en mis manos. Así pase toda la tarde hasta que la aguja del reloj y la ventana abierta mostraban que era de noche.

Jaehyung escuchó que alguien abría la puerta así que con una velocidad luz guardó su guitarra debajo de su cama, su mamá se enojaría si supiera lo que estoy haciendo.

-¡Hijo, ya llegué! Necesito que vengas-. Escucho que grito desde la planta baja, así que el rubio bajo con pereza hasta encontrarse con su mamá.

-Jae, me entere que últimamente no estás dando lo mejor en el colegio-. Dijo con un poco de cansancio en su voz y soltó un suspiro.- ¿Que te está pasando?.

-Lo sé, no estoy prestando atención y para ser sincero tampoco me interesa la mayoría de las palabras que salen de los profesores. No puedo dar más, me siento mal y te lo dije en varias ocasiones.

-¿Entonces todo mi esfuerzo es en vano?, me veo oblidagada a decirle a los profesores que te den tarea extra, así dejas de tener dudas. Y no vengas con el cuento de tristeza, hay que ser fuerte, si no te van a pasar por arriba-. Soltó con frialdad, como siempre suele hacerlo sin asimilar la verdad en las palabras de su hijo.

-Perfecto, de todas maneras siempre sigo las decisiones que hagas sin intentar cambiarlas por más que sean muy incómodas para mí-. En el fondo, sabía que su mamá se esforzaba muchísimo para que él pueda vivir como lo está haciendo ahora, se sentía una completa mierda no poder hacerla feliz al menos en el colegio, siempre había decepciones y peleas.

La mujer lo miró por unos segundos para después dar la vuelta e ir a la cocina, dejándolo solo sin una pizca de arrepentimiento ni un "¿Porque estás triste?, ¿Que es lo que te molesta?, ¿Porque tenes tantas ojeras?".

Jaehyung camino hasta su habitación sin cenar como su nueva rutina y fue directo a su cama, no quería afrontar un día más.

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Wonpil🎹

No era una persona de juzgar, ni de señalar a nadie con una etiqueta no sin antes conocerla. Pero, cuando vio a ese chico alto con esas acciones repentinas, o como cuando hablaba con algún miedo aparente, sintió algo familiar en su carácter.. llegó a la conclusión de que ese chico necesita ayuda. Que esta más que claro que él no podía dársela, no lo conocía.

El castaño tiene eso de querer dar su mejor versión a cualquiera, podía percibir como alguien estaba triste o feliz, siempre quiere estar al pendiente de todos así hacer feliz a quien tenga al alcance. Por eso, de vez en cuando pasaba por su mente el chico de ojos caidos...

Era nuevo todo lo que notaba, en cada paso veía nuevas plantas, casas, flores. Estaba completamente feliz de haberse mudado y tener la opción de caminar hasta su casa era el doble de felicidad. Después de esa corta caminata entro a su casa y su mamá lo abrazó por sorpresa.

-Ah! Mamá, me asusté ¿porque tanta emoción?-. Siguió el abrazo soltando una risa.

-Es tu primer día y estaba muy feliz de que llegues a casa sin haberte perdido, siempre te olvidas de todo-. Ambos soltaron una carcajada, sabían que por más corto que sea el camino él podía perderse.

-No hay de que lamentarse porque ya estoy acá, mi primer día fue muy bueno, conocí a mucha gente e hice algunas tareas.

-¿Cómo que "algunas" tareas?-. Dijo con diversión mientras acariciaba su pelo ondulado.

-Oh, mentira hice todas-. Soltó con sarcasmo y así volver a reírse.
Tenían una relación buena, podía haber algunos choques pero siempre se tenían uno al otro. No podía pedir más.

-Ve a ver tu habitación, te compré algunas cosas nuevas.. así vas decorando tu nueva cueva-. Termino con una risa ruidosa.

-Te adoro mamá, gracias-. Dijo rápido para así caminar con emoción hasta su cuarto y ver que tenía de nuevo.

Abrí la puerta y la cerré bruscamente, con mis ojos comencé a buscar las cajas y vi que estaban en la esquina de mi cuarto, aproximadamente 5 cajas.

Agarre una tijera y me senté en el piso para así sacarle la cinta a las cajas y ver que tenían adentro.

No podía creerlo..Tenía potes de pinturas, pinceles, purpurina, cuadros blancos para poder pintar. Todo lo que el soñaba tenía esa caja, su mamá sabía muy bien que el amaba el arte y siempre intentaba darle todo para que el castaño se llene de felicidad.

Y así pasó toda la tarde, escuchando música mientras pintaba y de vez en cuando para comer algo. Se sentía agradecido.

Después de algunos tropiezos.

Después de tanto.