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Capítulo 4

- Esta fiesta nos caerá como anillo al dedo- le comenté a Rafael. Era lunes y estaba en la agencia con él, ambos mirábamos por el gran ventanal de la oficina que nos regalaba una gran vista de la avenida "Paseos de Reforma". Habíamos quedado de vernos ahí, pues el cliente que había encargado el asesinato la noche que estaba en el antro nos aseguró que la segunda parte del pago llegaría por la paquetería privada DHL. 

Rafael le había dado a entender que si el paquete no llegaba antes de media noche como prometió, se le iba a cazar y cobrar de una u otra manera. Nos habíamos hecho tanta fama en el bajo mundo gracias a la eliminación de Batistuta en su propio restaurante, que realmente dudábamos que alguien se atreviera a cometer fraude en nuestra contra.

- ¿Sí? ¿Por qué? - preguntó él- ¿Te agrada Diana Mere?

- Sí – contesté yo. – Chamba es chamba, pero me agrada.

A pesar de que era un asesino, no me gustaba matar gente inocente, y no aceptaba cargos del crimen organizado. Rafael se aseguraba de averiguar quien nos contrataba. Mientras no fuera ningún tipo de mafia de tráfico de drogas, armas o trata de blancas, no tenía problema en aceptar trabajos. Diana Mere era la líder de opinión opositora al gobierno más fuerte que tenía el país, más de 30 millones de mexicanos sentían gran aprecio por ella. A mí me gustaba la calidad de su programa, así que si podía lograr asesinarla sin que sufriera sería lo mejor.

- Entonces me imagino que no vas a derramar su sangre- dijo Rafael.- Me parece bien, es una mujer respetable que no merece sufrir. ¿Aplicarás veneno?

- Si, de efecto retardado- contesté mientras veía la vida cotidiana de las personas que paseaban por las calles de Reforma.- Planeo infiltrarme a la fiesta disfrazado como uno de los meseros y echar extracto de Adelfa en su vaso de agua.

- Lo que buscas entonces es que muera mientras duerme- comentó Rafael.

- Sí.- Contesté. Las adelfas son unas flores que si llegan a ser consumidas por los humanos pueden causarles fuertes diarreas sanguinolentas y finalmente después de unas seis horas, provocan un paro cardiaco. Sin embargo, el extracto de adelfas que usábamos no provocaba ningún síntoma y el efecto saltaba directo el paro cardiaco, el cual se daba cuando la víctima dormía y moría sin sufrir. – La verdad es que no quiero que sufra ningún tipo de malestar. Que muera mientras duerme.

- Y si tenemos suerte, la gente pensará que fue muerte natural y no se abrirá ninguna carpeta de investigación.- Agregó Rafael, asentí con la cabeza.

En eso sonó el interfono que nos comunicaba con el lobby del edificio. Rafael se dirigió a él y lo contestó:

- Muchas gracias, que pase.

- ¿Llegó DHL?- pregunté.

- Llegó DHL- confirmó. Perfecto, una preocupación menos.

- ¡Rafael!- exclamé con voz suave, él ya iba hacia la puerta de la oficina para recibir al mensajero, pero se giró cuando lo llamé.

- ¿Qué pasó?- preguntó él.

- El presidente De La Cruz fue quien nos contrató ¿cierto?.- pregunté al amigo de mi madre aunque yo ya sabía la respuesta.

- En cuanto hagas el trabajo, responderé a tu pregunta.- Entonces se giró y fue a recibir al mensajero...

El plan sería el siguiente:

La fiesta estaba programada para las seis de la tarde, como era un evento de gran calibre social, la puntualidad mexicana de llegar una hora después no era una opción. En este caso los invitados comenzarían a llegar desde 10 minutos antes de la hora programada. Por lo tanto, el equipo de Catering y staff de meseros contratados para la fiesta llegarían una hora antes.