【𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞】

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[_______] regresó después de una misión para encontrar acerca del paradero de los Akatsuki. Iba de camino hacia la Aldea de la Hoja para reportar la información que había conseguido, caminó tranquila durante un buen rato adentrándose hacia lo frondoso del bosque hasta que sintió una presencia. Lo cual se mantuvo en alerta, tenía la mano preparada para agarrar un kunai por si el enemigo pretendía atacar.

—Cuánto tiempo sin verte [_______] hmm— escuchó una voz. Le parecía conocida, miró hacia su alrededor pero no veía a nadie. Hasta que sintió que algo se movía y sin dudarlo lanzó el kunai hacia unos arbustos y una figura salió de ellos. En eso pudo ver quién era.

—¿Deidara?— preguntó ella. Aquel chico rubio rió.

—¡Vaya! Si que eres rápida, debo admitir que has mejorado hmm— respondió él.

—¡Vaya! Si que eres rápida, debo admitir que has mejorado hmm— respondió él

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—¿Qué es lo que quieres?— dudó ella.

—Solo vine a verte...— respondió él acercándose a ella.

—¿A verme?, ¿piensas acaso detenerme?—dijo ella.

—Quizá... Tal vez porque ya sabes cual es nuestro plan, podría detenerte ahora mismo y llevarte con ellos hmm— explicó.

—¿Entonces piensas capturarme?— dudó ella. Tomando otro kunai de manera sigilosa de sus bolsillos.

—No... Solo vine a verte— respondió él.

—¿Verme?... —pensó ella.

Deidara la miró de pies a cabeza, vio lo mucho que había cambiado su cuerpo, ya no era el cuerpo de una niña como cuando la había conocido. Ahora era el cuerpo de una mujer a pesar de que compartían casi la misma edad, su cuerpo se había desarrollado en buena forma. Algo que para él le resultaba digno de contemplar.

—Si que haz cambiado mucho... Después de tanto tiempo sin verte hmm— dijo mientras no le quitaba los ojos de encima.

—Bueno todo fue cuestión de tiempo... Después de todo éramos unos niños cuando nos conocimos— agregó ella.

—Si, es verdad hmm— dijo él mientras se acercaba aún más a ella, hasta el punto en que sus rostros quedaron lo suficientemente cerca.

—Qué... ¿Qué es lo que haces?— dudó ella, comenzó a sentirse un poco nerviosa debido al modo en el que Deidara se le acercó lo que le provocó un leve sonrojo. Por su parte Deidara no dijo nada solo la miró a los ojos y comenzó a contemplarla empezando por su rostro, vio la tez de su piel lo lisa que era, después bajó a sus labios, vio la forma de estos lo cual se mordió el labio de solo desear besarlos. Con una mano acarició el cuello de ella lo observó, bajo hasta ver sus pechos, la silueta que estos formaban en su ropa se imaginaba cómo serían verlos desnudos, de solo imaginarlo comenzó a sentir un escalofrío de excitación. Siguió bajando hasta ver la forma de sus caderas, lo anchas que eran y la forma de sus piernas, lo cual deseaba acariciarlas. Su cuerpo había cambiado, no había duda de eso, se desarrolló de una manera que a él le agradó bastante.

—Te mentí... —dijo él.

—¿Qué?— dudo ella.

—De hecho si vengo a capturarte—dijo esto mientras tomó los labios de la chica y los beso. La abrazó por la cintura y la acercó a su cuerpo.

Ella se quedó petrificada ya que no podía creer lo que estaba pasando. Deidara, por su parte, se dedicó a besar los labios de ella con cierta lujuria, poco a poco comenzó a hacer el beso mucho más pasional, mordía el labio inferior de ella y la besaba de nuevo. Se detuvo por un momento para verla a los ojos. Ella no podía moverse ya que jamás se imaginó que su ex compañero la besara de esa forma. Deidara subió una de sus manos solo para sostener la barbilla de ella, y con su pulgar tocó el labio inferior de ella, abrió un poco estos y se acercó sin aviso para introducir su lengua y jugar con la de ella. El beso se volvió aún más pasional, ella se dejó llevar no podía evitar la sensación que le provocaba él. Pero después de unos minutos apasionados, tomó conciencia de lo que estaba pasando y se alejó de él empujándolo.

—Venias... A capturarme... ¿No?— le costó pronunciar esas palabras debido a la falta de aire que le provocó el beso.

—Si a eso vengo... —respondió él. La veía con lujuria.

—¿Entonces por qué me besas?— dudó ella. Él se acercó con una sonrisa y volvió a besarla, pero ella volvió a separarse de él.

—¿Qué?... ¿Qué es esto?, ¿por qué lo haces?— volvió a preguntarle.

Deidara no quería darle explicaciones y caminó acercándose a ella lo cual la chica a su vez caminó hacia atrás para alejarse de él, sacó un kunai de su bolsillo y colocó su brazo en posición de defensa, pero sin fijarse, un árbol le impidió seguir, lo cual Deidara aprovechó para acorralarla, y rápidamente tomó el brazo de la chica, el cual sostenía el kunai, y también la tomó del cuello estampando el cuerpo de ella hacia el tronco del árbol. La acorralo juntando su cuerpo con el de ella.

—¡Dks!... —ella se quejó.

Deidara, con un movimiento rápido, tomó el kunai que sostenía ella, lo arrojó al piso y volvió a agarrar su brazo. Acercó su rostro al de ella con una sonrisa maliciosa.

—Aún eres muy lenta hmm... —dijo esto para volver a tomar los labios de ella. El beso era apasionado, introducía su lengua para jugar con la de ella, había momentos en las que él le mordía el labio inferior, el beso era un tanto agresivo. Ella se quejaba pero muy en su ser lo estaba disfrutando y él, por su parte, saciaba su hambre.

La mano de él, que sostenía el cuello de ella, bajó hasta tomar uno de sus pechos y lo apretó. Ella se quejó y un intenso sonrojo apareció en sus mejillas, acarició y apretó su pecho unos minutos para después bajar a su entrepierna lo cual acarició aquella zona encima de su ropa. [_______] soltó un gemido mientras él frotaba aquella zona haciéndola estremecerse. Volvió a subir su mano para subir la blusa de [_______], la subió poco a poco hasta revelar los pechos de ella, Deidara se separó de los labios de ella y bajó para besar su pecho y lamerlo. [_______] se estremeció aún más debido a la sensación que le provocó aquel rubio, no paraba de gemir. Después él bajó ambos brazos para desnudar aún más los pechos de ella. Quería verlos, sentirlos, quería saciar su hambre. Apretó un pecho mientras que el otro lo hacía suyo besandolo y succionandolo, se alimentaba de ellos, los mordía ligeramente. [_______] no paró de gemir, lo que hacía este chico la hacía estremecerse demasiado y era imposible pedirle que se detuviera. Deidara se separó de estos y volvió a tomar los labios de ella, colocó una mano en uno de los pechos, y de pronto ella sintió cómo su pecho era lamido por otra cosa. Ella se separó de los labios del rubio mientras este comenzó a besar su cuello, ella miró hacia abajo y vio que una de las bocas que tenía él en las manos, comenzaba lamer su pecho, ella se sorprendió al ver esto pero luego él volvió a tener la atención de ella besando su labios nuevamente. Deidara bajó la mano del pecho de ella hasta llegar a su entrepierna, volvió a acariciar aquella zona encima de su ropa hasta que comenzó a bajar el pantalón de ella revelando su ropa interior. Volvió a acariciar aquella zona y ella se estremeció más, ya que la tela de sus bragas era más delgada que la de sus pantalones. Él sintió que la tela estaba humedecida de lo excitada que estaba su compañera, por lo tanto comenzó a introducir su mano dentro de esta para poder acariciar aquella zona. Introdujo sus dedos para tocar aquel punto sensible y ella soltó un gemido. Deidara comenzó a besar su cuello mientras la hacía suya con sus dedos. Pero después él quiso llegar un poco más lejos, fantaseaba con eso, una de las bocas de sus manos ahora era quien se encargaba de complacerla. [_______] abrió los ojos sorprendida al sentir aquella sensación extraña pero placentera, Deidara la miró a los ojos, admirando como ella lo disfrutaba le dedicó una sonrisa maliciosa y la beso. Ella no sabe las veces que él fantaseaba con esto, de poseerla.

Sin duda la había extrañado, pero no sólo eso, pensó en un plan para poder encontrarse con ella y saciar su deseo de poseerla. Por lo tanto no iba a perder la oportunidad aunque ella se resistiera.

𝗥𝗲𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼『ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora