Capítulo 3: De regreso a casa.

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Ya pasaron las 13 horas de vuelo, tenía ganas de llegar pues no he parado de viajar y entrenar desde que me fui en Octubre.

Cuando salimos del avión, nos fuimos a las cintas transportadoras donde estaban nuestras maletas, las cogimos y nos dirigimos a la puerta de entrada al aeropuerto Internacional de Narita.

Allí estaban mis padres, tenía una pancarta que decía Okaerinasai y me sentí muy alegre y animada de volver a verlos.

– ¡Otosan, okasan! Me alegra veros en persona –Miré tiernamente a mis padres –No he ganado pero he aprendido que no estoy sola en este mundo.

Mi madre se quedó muy impresionada con mis palabras, siempre me animaba con frases motivadoras, pancartas o con comida que me gustase pero nunca pensó que me vería así después de un fracaso.

–Vaya, si que has cambiado, bueno, ¿cómo se te ha dado el viaje? ¿Estás muy cansada?

–Sí, trece horas de vuelo, sin haber dormido mucho es muy cansado pero por lo general el viaje ha sido muy relajado y confortante.

Mi madre no era japonesa, era de Estados Unidos, esto se notaba por sus ojos azules como el cielo, su pelo era marón oscuro y su piel un poco anaranjada. Vestía una cazadora de invierno de color plateado, unos pantalones térmicos negros y botas del mismo color que los térmicos y sus manos tenían puestos unos guantes gris claro.

Nos dirigimos al coche, mi padre siempre le ha gustado los coches grandes y que sean altos, antes de irme al Grand Prix, se compró Skoda Karoq en color azul marino y está tan contento que no ha parado de decir que fue una gran compra.

–Otosan, ¿Cómo te ha ido en el trabajo? –Pregunte ya que siempre que podía llamar nunca podía hablar con él –Espero que te haya ido bien.

–Sí, he estado muy ajetreado en estos días, ser  un gran empresario es lo  que tiene, ajetreo por allí, ajetreo por allá pero bueno, dentro de lo que cabe eso es bueno

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–Sí, he estado muy ajetreado en estos días, ser un gran empresario es lo que tiene, ajetreo por allí, ajetreo por allá pero bueno, dentro de lo que cabe eso es bueno.

Mi padre es de nacionalidad japonesa, medía un poco más que mi madre; ella medía 1,69 metros, mi padre era empresario de una empresa de catering y siempre estaba ocupado gestionando pedidos y llevándolos a los sitios.

Mi padre tenía ojos marrones, pelo corto negro y su tez era clara. Vestía un conjunto de invierno azul marino, botas negras y cazadora de invierno negra.

Miré mi reloj que marcaba las 8:30 AM, me puse a mirar por la ventana porque me quedaba una hora y doce minutos para llegar a casa.

Yuki, hablaba con mis padres, yo me puse a pensar que haría en mi semana de descanso pero no me podía quitar de la cabeza el entrenamiento porque esta vez quería hacerlo mejor de lo que lo hice. Empecé a ver mi rutina para ver donde me había equivocado para corregirlo y no volver a cometer el mismo error el año que viene.

Yuki me miraba, sabía que no podría descansar pensando en mejorar y me tocó el hombro para llamarme la atención.

–Esta semana descansa, aun que creas que no lo necesitas, si sigues así quizás te pase lo mismo que este año.

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⏰ Última actualización: Dec 06, 2020 ⏰

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