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Habían pasado alrededor de cinco minutos desde que Jungkook se fue, y, envuelto en un largo abrigo, Hoseok finalmente salió también. Lo divisó a una calle de distancia y con pasos lentos se encaminó tras él, no quería ser descubierto muy pronto, quería saber qué era lo que hacía el menor.

Pasados unos minutos, Hoseok se dio cuenta que el menor no parecía tener un rumbo fijo, pues su caminar era lento también, lucia despreocupado y por la posición de sus hombros y espalda, sólo parecía perdido en su mente. "¿entonces solo sale a caminar?" Hoseok se preguntó en silencio y aunque no le hallaba lógica a eso, recordó que, para Jungkook, caminar era una de sus actividades relajantes favoritas. Si ese era el motivo, solo caminar, ¿Por qué lo hacía tan tarde en la noche? ¿y tantos días seguidos? ¿Qué estaría atormentando la mente del chico que le traía alegría a su vida?

Con el paso del tiempo y sin nada más en que concentrar su mente, Hoseok se acribillaba a sí mismo con preguntas que no podía responder y su cabeza empezaba a doler. Quería ayudar a Jungkook, quería que el menor confiara en él y le contara lo que le sucedía. Quería recuperar al amigo con el que había pasado los últimos días antes de que todo se volviera raro. Quería a Jungkook.

¿Quería a Jungkook?

Ese pensamiento lo hizo detenerse por unos segundos en la mitad de la calle. ¿él quería a Jungkook? Claro, lo conocía desde hacía más de cinco años, habían vivido juntos por mucho tiempo, trabajaban juntos, claro que lo quería. Pero... ¿lo quería solo como su amigo y su compañero de trabajo? ¿o había algo más allí? Hoseok empezó a taladrarse la cabeza buscando una respuesta lógica pues se negaba a aquello, tanto les había reprochado a los demás chicos porque no le agradaba la idea de formar relaciones sentimentales entre ellos. ¿y él empezaba a sentir algo por el menor? No, se negaba. Además, Jungkook y Taehyung eran expareja, sería muy incómodo el hecho de salir con alguno de ellos, en general. No, no podía gustarle Jungkook. También estaba casi seguro de que el menor aun quería al de sonrisa cuadrada. Por algo ya no soportaban el vivir juntos. No, tenía que sacarse esa idea de la cabeza. Jungkook no podía gustarle. Quizá solo fue la cercanía que tuvieron en los últimos meses, la cual se incrementó hace poco menos de un mes. Quizá solo se estaba acostumbrando a compartir con el menor la mayor parte de su tiempo. Quizá su mente solo estaba confundiendo las cosas. ¿o era su corazón el confundido? Hoseok no sabia nada, ahora era un hecho que su cabeza dolía y todo por el enredo de emociones que empezaba a formarse dentro de él.

Pasados unos minutos que parecieron para él eternos, se dio cuenta que se había quedado allí parado y ahora estaba mucho más alejado de Jungkook; para su suerte el menor había seguido caminando por la misma calle y lo podía ver a lo lejos, así que se apresuró a alcanzarlo. No podía creer que había salido con el objetivo de descubrir algo sobre su amigo para ayudarlo y que ahora él necesitara ayuda también. Necesitaba desechar aquellos pensamientos, convencerse que allí no habría más que una amistad y aceptar que por más que quisiera correr y estrechar entre sus brazos al menor no podía hacerlo.

En un minuto alcanzó al menor, volvía a estar solo a unos cuantos metros detrás de él. De un momento a otro, Hoseok observó como Jungkook volteaba a ver en su dirección. Quizá no había sido muy sigiloso del todo al correr y ya lo había descubierto. Agacho su cabeza con la esperanza de ocultar su rostro y que no lo reconociera, pero el andar, ahora, presuroso le hizo sospechar que ya se había enterado de que él lo seguía.

Un nuevo dilema surgió dentro del mayor, ¿regresaba al departamento o alcanzaba a Jungkook? Claramente no estaba seguro de que hacer, pero había llegado ya tan lejos... cinco segundos y Hoseok aceleró también el paso. El menor enfrente suyo empezó a correr. ¿Pero qué...?

InsomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora