Epílogo

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―¡Vengan todos, la cena está servida!―. La voz de Seokjin hyung me sacó de mi ensoñación, y sonreí ante el pensamiento de lo mucho que había echado de menos aquello. Estar todos juntos de nuevo, lo divertido que era disfrutar de la comida de hyung en compañía de mis compañeros de banda. De mis amigos.

Con lentitud bajé hasta el comedor, y al llegar allí, me di cuenta de que todos ya estaban presentes, ocupando sus respectivos asientos. Me senté junto a Jimin, y sonreí al encontrarme con la mirada de Jungkook. Este solo me devolvió la sonrisa, aún con un tono de pena, lo podía leer en sus facciones. Bajé mi rostro y negué ante aquello, él no debía sentir pena, ya no.

―Bien, ya que estamos todos, me gustaría decir que estoy feliz de que volvamos a estar todos juntos, que todo se haya solucionado y que lo malo haya quedado en el pasado. No voy a profundizar en nada más, solo agradecer a Jin por hacer esta maravillosa cena la cual es por motivo de nuestra mudanza―. El mayor del grupo le dedicó una sonrisa al líder, y todos empezaron a servirse y a comer, mientras una plática amena llenaba el ambiente.

Como lo había dicho Namjoon, con aquella cena celebramos que volvíamos a vivir juntos. Un año había pasado desde mi pelea con Jungkook y al mirar atrás, todo se sentía lejano, como si hubiesen pasado muchos tiempo desde eso, aunque solo habían sido unos cuantos meses. Sonreí al mirar la forma en que Hoseok y Jungkook se sonreían, la confidencia que transmitían aquellas sonrisas furtivas que se dedicaban y el amor con el que se veían. La verdad es que formaban una hermosa pareja, aunque claro al principio me costó aceptar aquello.

Cuando Kookie me confesó los sentimientos que sentía por Hoseok, me sentí traicionado. Sentí que era su forma de vengarse de mí y no creí que sus sentimientos fuesen reales. Y claro, no deje de decirle lo que pensaba a Hobi. Me hallaba cegado por los celos y no veía lo que causaba en mis amigos. Recuerdo que un día antes de que terminara nuestro descanso, decidimos contarle a los demás lo que pasaba, bueno, tuvimos. Ya que yo no soportaba estar cerca de la nueva pareja y los otros no entendían nada de lo que sucedía. Fue confuso e incómodo al principio, y después de muchas charlas y discusiones grupales, acepte todo. El karma había actuado en mi contra de una forma que ahora veo cómica, pues dejé a un chico que me quería por otro y al final ellos terminaron juntos dejándome a mí sin nada. Pero estaba feliz, es decir, de imaginarme a alguno de los dos con alguien más, prefería que estuvieran juntos. Sé que los dos son buenas personas y no se harán daño a propósito; su relación de apenas un par de meses parece realmente estable y eso me hace feliz, sinceramente feliz.

Ahora puedo decir que mis sentimientos por Hoseok hyung no son más que lo que sientes por un buen amigo, y mi amistad con Jungkook volvió a ser lo que era. El ambiente entre todos es tranquilo y el habernos mudado juntos de nuevo lo demuestra.

Aquella noche, durante la cena, sonreí al ver a mi alrededor, lo felices que eran mis amigos, cada uno de ellos encontró el amor que merecen recibir y por mi parte, estaba feliz de tenerlos, pues más que amigos y compañeros, se han convertido en mi familia y tenerlos a mi lado es todo lo que necesito. 

Mi celular vibrando me sacó de mis pensamientos y le eche un rápido vistazo, sonriendo ante el mensaje que me había llegado.

"Hola cariño, ¿Qué harás mañana?"

Bueno, todos merecen amor en el mundo, y sin querer, yo también había encontrado el mío. 

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