Historia típica de una adolescente.

Capitulo 1:

 Mi nombre es Ariana, tengo 14 años. Nací en Mar del Plata y toda mi vida he vivido ahí, hasta ahora. Al morir mi mamá por cáncer de mama, mi papá no quiere saber nada más con mi ciudad natal porque le trae muchos recuerdos. Lo que siempre me pregunto es: ¿No entiende que estoy pasando por mi adolescencia?¿No está enterado que en la adolescencia uno tiene que descubrir quién es en realidad y quién será en el futuro? ¿No sabe que necesito a mis amigos y a mi familia? ¿No sabe lo que me va a costar adaptarme? ¿Y si no me adapto a ninguna parte? ¿Si gracias a la mudanza no descubro quien soy en realidad? ¿Y si no consigo saber qué es lo que quiero? ¿Qué haré si sucede eso? Pero por lo que parece él no lo entiende y sé que nunca lo entenderá. En fin, sé que me mudaré a Capital, me gusta la idea pero… ¿Buenos Aires? Me da un poco de miedo porque no es muy seguro que yo sepa (aunque la verdad no sé nada de esa ciudad). También me aterra la idea de hacer amigos nuevos porque no soy muy buena que digamos, soy introvertida pero algunas veces me pongo muy tímida, estoy rezando para que en esta escuela hayas buenas personas que me acepten en algún grupo.

*en el auto rumbo a mi casa nueva*

-¿Estas emocionada hija?- me pregunta mi viejo con ansia de llegar a la casa nueva.

-La verdad que estoy más aterrada que emocionada.- le digo media cortada.

-No te preocupes va a salir todo bien.-me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Eso mismo me dijiste en la clínica antes que mamá muriera y no fue así-le dije enojada por su sonrisita, pero al segundo después de mi furia me di cuenta que me fui a la mierda y es ahí cuando veo una lágrima caer de su rostro y enseguida agrego- Perdón papá, no quise decir eso. Fui una estúpida… no puedo ser tan basura! –digo odiándome.

-No pasa nada hija… Tenes razón… No todo puede salir como uno dice… Sé que fue un ejemplo.- me dice deprimido.

-Si, obvio que fue un ejemplo pero me pase de la raya, muy mal ejemplo fue ese.

-Pero me sirvió para entender, está todo bien princesa.- me dice con una sonrisa falsa.-Mira mi amor! Ahí está nuestra casa nueva!

-Casa? Es un palacio papá! Me encanta! –digo fascinada por mi nuevo hogar.

-Es todo tuyo.- me dice con los ojos brillosos.

-Gracias pa.

-De nada mi reina, ahora bajemos a conocer la casa.- corro hacia la vivienda.

*En la casa*

-Yo elijo primero la habitación!- digo emocionada

-Anda. Cuidado con las escaleras!- grita mi papá desesperado pero igual no le di bola.

Cuando me quiero acordar es de noche, viene mi viejo con pizza y mi uniforme del colegio.

-Me tardé porque tuve que ir a buscar tu uniforme, había un mundo de gente en ese local, ¡impresionante que algunas personas sean tan irresponsables para ir a comprarle el uniforme a sus hijos el último día de vacaciones!- me dice algo furioso.

-Son porteños papá, capas que ellos hacen las cosas así. –le digo entre risas.

-¡Estos porteños!- dice con la cara que siempre me causa risa.

-Papá basta de hacer esa cara, pareces tontito.- digo riéndome.

-Bueno, está bien, basta de caras y a descansar que mañana tenes que ir al colegio.-me dice mientras me tapaba con la manta de mi mamá en mi cama.

-Ni me hagas acordar.-digo con mala cara.

-Él se ríe.- No tenes que ser así de negativa, dale linda pone buena cara- me logra sacar una sonrisa- Así me gusta, ahora a dormir. Buenas noches Ariana.

-Buenas noches Felipe.