El aire estaba fresco, la tierra mantenía pequeños rastros de humedad, los pájaros entonaban sus canciones de cada mañana y las grandes hojas de los árboles funcionaban como sombrilla natural para todo lo que allí viviese. El ángel Castiel fue incapaz de no admirar la creación de su padre, pero no podía distraerse por mucho tiempo de su objetivo, el cielo le había encomendado una misión: encontrar a un ángel perdido y traerlo devuelta. Sus superiores no revelaron de cuál ángel se trataba y mucho menos el porqué este había sido enviado a la Tierra, solo su última ubicación antes de desaparecer de la vista del cielo se le fue dicha antes de descender. Eso lo trajo a un bosque a las cercanías de Idaho, donde inicio su búsqueda.
Castiel ya había revisado buena parte del área sin éxito y empezaba a creer que el ángel ya no se encontraba allí. Mientras pensaba aquello sintió una leve presencia que lo alerto, detuvo su andar y trato de buscar el origen de esta, en su lugar sus ojos se toparon con unas particularmente grandes plumas caídas de un hermoso castaño que se volvía más claro en las puntas, se notaban alborotadas. Eran del ángel que buscaba, de eso estaba seguro. Cuando se acercó para verlas con más detalle noto pequeños rastros de sangre en algunas de ellas, el temor de que algo le haya pasado a uno de sus hermanos le hizo seguir el pequeño rastro de plumas inmediatamente. Después de un rato avanzando unos quejidos lastimeros llamaron su atención, siguió el ruido encontrándose con una chica de apenas 20 años recostada sobre el viejo tronco de un inmenso árbol, tenía severos cortes repartidos por todo el cuerpo y sus alas, visibles solo para otro ángel, habían sido gravemente dañadas. Intento acercarse, ganando una reacción violenta del ángel quien alzo su espada a modo de advertencia.
—Soy Castiel, me enviaron a buscarte y regresarte a casa. No tienes de que temer —. Aclaro al sentir el miedo emanar de su igual tras advertir su presencia. Se sorprendió al ver con más detalle su estado tan lamentable, no tenía idea de quien o que pudo haberle hecho eso, pero ya lo averiguaría, ahora solo importaba ayudar. La contraria al oír la voz de Castiel levanto a duras penas la cabeza para poder verle, y sintiendo como su recipiente estaba a punto de colapsar dijo con las fuerzas que le quedaban.
—Por favor... ayúdame... —. Sus piernas fallaron haciendo que se golpease de lleno contra la tierra, el ángel de alas negras se apresuró a socorrerla, sin embargo, su camino fue bloqueado por un grupo de tres ángeles que aparecieron delante de él. Se detuvo en seco sin entender que hacían más de sus hermanos allí, aún no había informado cuál era el paradero del ángel perdido.
—Esta herida, debemos ayudarla o podría empeorar —. Explico, pero fue completamente ignorado —. Tengo órdenes de llevarla devuelta al cielo. Déjenme pasar.
—Me temo que eso no será posible, Castiel —. Iba a preguntar, pero al ver una espada descender por la manga de uno de ellos una alarma se encendio, estaba en peligro. Retrocedió un par de pasos antes de dar media vuelta pensando en huir, aunque otros dos ángeles arruinaron aquel plan.
—No podemos permitir que vuelvas al cielo —. Con arma en mano se fueron acercando poco a poco acorralado a Castiel, este confundido del actuar de sus hermanos intento razonar con ellos para evitar un enfrentamiento.
—Solo estoy siguiendo órdenes, no lo entiendo.
—Quédate quieto y no compliques las cosas.
Antes de poder decir algo más fue interrumpido por una veloz estocada, se movió hacia un lado desenfundando su propia espada, desviando inmediatamente otro ataque con ella. Podía mantener a sus hermanos a raya, aunque eso no por mucho, estaba en una clara desventaja y era cuestión de tiempo para que lo matasen. Aun así, no estaba dispuesto a morir allí.
Tras intentar desarmar a uno de sus atacantes, y que este respondiera atrapando su espada también, inicio una riña por intentar liberarse, el zumbido de ambas espadas chocando sus filos fue la distracción perfecta para recibir una apuñalada en su espalda alta. Justo en una de sus alas. Se retorció de dolor al ser herido, dándole la oportunidad a su oponente de desarmarle y dejando un profundo corte en su muñeca. Y más le seguirían, por mucho que intentara evitarlo cada nueva herida lo volvía más lento, no es como si la brutalidad en los ataques de sus hermanos ayudase tampoco.
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Black Wings
FanfictionCastiel era un ángel particular desde su creación. Su curiosidad lo volvió de los favoritos de Dios, aunque este no lo supiera. Ni hablar de sus alas, únicas en su tipo, de un plumaje oscuro, equivalente al vacío. Una característica que no era preci...