Capítulo 2

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Narrador desconocido:

Sentí la luz del sol atravesado las cortinas, tan clara y cálida como de costumbre.

Supuse que era hora de levantarse, viendo que el día había comenzado salí de la cama y me vestí, camine por la habitación para buscar mis zapatos, ya que hoy iba a recorrer el bosque, pensaba salir del palacio sin que me vean y caminar entre la maleza verde y frondosa del bosque de Zenón.

Me encamine a la salida, nadie me prestaba atención como solía pasar, logré salir del palacio como lo esperaba, sin ser visto.

Comencé mí caminata no debían ser más de 100 metros hasta el establo ahí conseguiría un caballo e iría en este los 15 kilómetros restantes.

Ya en el establo me subo a mí animal, me encaminó a mí destino una tarde de paz; lo que parecieron ser 30 minutos fueron lo suficiente para llegar, me adentre a pie, camine unos cuantos metros sin ser capaz de no admirar la vista, me concentre para saber dónde me ubicaba, un giro a la izquierda, uno a la derecha, unos metros recto, otro a la izquierda y llegue a la laguna, aguas cristalinas, tibias esperando a que me sumerja, que me deleite en ellas, por supuesto que lo hice, me descalce y salte al agua.

Al cabo de nadar un rato, zambullirme y jugar con las piedras decidí salir del agua, me volví a calzar, decidiendo que era un buen momento para seguir paseando en el bosque no me pareció una mala idea volverme a entrar en la maleza, en las partes donde el bosque era más frondoso, puesto que a este lo conozco de maravilla --solía venir con mi hermano todas las tardes pero eso es una historia para otro momento-- sin distraerme mucho me propuse juntar flores --no era una mala idea, por lo menos si se dan cuenta que salí del palacio sin avisar no va suponer mucho problema, puedo alegar a que fue para para juntar hierbas y flores para los hechiceros-- .

No fue después de un largo rato de caminata que me encontré con algo que se suponía que no debía estar ahí encontré una cueva y varias piedras alrededor. El hecho me resultó demasiado extraño y quise entrar a investigar.

Sabiendo que la cueva era completamente nueva, no tenía idea de porque estaba ahí, me adentré en ella, empecé a caminar y pronto me di cuenta que era más grande de lo que parecía, re repente comencé a sentirme mareado, sentía que no podía respirar bien, sumado al hecho de que a los pocos pasos dentro de la cueva me quedé sin poder ven nada, estaba completamente oscuro acá dentro.

Entre en pánico, sin poder respirar, ni ver, con un mareo que no me permitía seguir de pie me desmayé, lo último que sentí fue como mi cuerpo de desplomaba al piso y mi cuerpo golpeaba contra el.

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Narrador desconocido 2:

-Cómo es posible que haya pasado esto, una sola cosa había pedido, solo una y no fueron capaces de realizarla- dije lleno de ira. Todos en el salón bajaron la cabeza, el único que me miraba era el hechicero frente a mí, su cara estaba marcada por el miedo.

-Señor, oh gran señor, le pedimos disculpas, no entendemos como es que el portal falló, hicimos bien nuestros cálculos y los cánticos eran los correctos- dijo con voz temblorosa, con miedo a mí reacción, miedo a que si decía algo equivocado podría agravar la situación en la que estaba.

Haciendo uso de toda mí fuerza de voluntad, los mire bien y preferí echarlos con un movimiento de mí mano derecha, no quería tenerlos en frente en este momento, estaba furioso; teníamos la oportunidad de prosperar frente a nuestras manos, solo debían abrir el portal, pero uno nunca puede fiarse del todo en los hechiceros. Algo siempre puede salir mal.

El plan era simple, abrir el portal en el castillo y mandar a mis guardias a investigar. Ahora tengo que esperar para volver a intentarlo, y lo aré, lo intentaré las veces necesarias para salirme con la mía.

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2022 ⏰

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