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—Farlan? Sabes quién soy?
—Mikasa no soy estupido, pero tampoco quiero que me lo digas, no necesito saber quien eres o que haces.
La muchacha se encontraba fuera de si en esos momentos sentada en su bici estática mientras Farlan la veía como quien mira a un cachorrito herido.
—Aveces solo me gustaría desaparecer—Comentó la muchacha escondiendo su cara entre sus brazos que se encontraban apoyados en el manubrio.
—Mikasa, pese a lo que estés pasando, las cosas siempre pueden mejorar, y si no lo hacen tú puedes hacer todo lo que esté en tus manos para cambiarlo.
—Si las cosas fueran así de fácil Farlan...
La azabache ha tenido unos días muy duros desde el desastre en el norte de Japón, hoy en la mañana le avisaron que lo habían logrado acosta de casi de 100 muertos entre ambos sectores.
Mikasa no podía cargar con tantas muertes en sus hombros, ella no fue entrenada para eso, pese a parecer no tener sentimientos con su careta fría, eso no dejaba más que en evidencia todo el sufrimiento que había pasado para volverse así.
—Mikasa, pase lo que pase sabes que puedes...—La chica le tapó la boca antes de que pudiera continuar.
—Claro mañana entrenamos y te prometo que estaré más atenta—comentó mientras abría sus ojos en señal de advertencia.
Ella sabía perfectamente que en la mansión las paredes escuchaban y que por tanto, cualquier consejo o insinuación a una vía de escape de esta "fabulosa" vida le traería problemas a ambos.

Mikasa vagaba entre la oficina del bar y la mansión como un alma en pena.
Pensando en todo lo malo que le había traído cumplir 18 años, por más que tratara no encontraba una salida de escape, cada una de opciones que barajaba tenían un pero, al parecer no le quedaba otra más que resignarse.
Si tan solo pudiera dejar de sentir.
Su mente estaba tan dañada que trataba de evitar estar sola para no pensar, sin embargo cuando llegaba a casa la soledad la obligaba a estar con su peor enemigo, su cabeza.
Nada le ayudaba el hecho de que Levi hace dos días que no regresaba a la mansión, sin embargo eso cambió aquella noche.
Cuando ella se acababa de bañar para acostarse, se encontraba como es habitual en tocador cepillando su cabello en el momento en el que irrumpió en su habitación.
—Como al parecer no tienes educación para no faltar a tus citas y nisiquiera para disculparte yo tampoco la tendré contigo—Cerró la puerta con llave.
Muy calmada Mikasa volteó para ver mejor al Ackerman.
—No creí que fuese correcto decirte que no quiero acostarme contigo.
Él río ante la suposición de la azabache y agregó.
—No seas estupida Mikasa, no quiero acostarme contigo.
Ella se sonrojó ante el desaire de Levi y su arrogante pensamiento.
—Tenemos que matar a Jaeger—escupió sin titubeos.
Ella con su calma característica camino hacia su mesa de noche y sacó un arma del cajón,apuntando directamente a su frente.
—Sé que tu tampoco quieres lo que esta pasando, quien lo querría aparte del enfermo de tu marido. Sabes cuantos niños murieron en el norte?— Levi miró como la mano de Mikasa comenzaba a temblar y sus hombros comenzaban a encogerse.
De repente ella tomó la mano de él y puso el arma para luego apuntarle a su frente.
—No te detendré Levi, pero no puedo ayudarte, disparame, ayúdame y matame.
Sus ojos estaban inundados en lágrimas, las que ella se negaba a dejar caer levantando la cabeza.
—Llevo 3 meses se tormento y 3 años  de sufrimiento, no puedo más por favor ayúdame—Fue entonces el momento en que perdió la batalla y las lágrimas comenzaron a salir hasta su barbilla.
Levi solo tenía los ojos muy abierto escuchando la súplica de aquella muñeca fría de porcelana, que en este momento se caía y se rompía en mil pedazos.
—Mi...Mikasa yo... no—sacó el arma de su frente.
Ella se dejó caer en el piso mientras él trató de agarrarla, ambos finalmente terminaron en el piso.
La azabache se encontraba inmersa en una crisis de angustia, no paraba de llorar, luego de unos minutos a ella le empezó a costar respirar, Levi al notarlo tomó su rostro para que lo mirara y la empezó a calmar, y guiar su respiración.
—Mikasa escuchame—mientras ella seguía llorando—necesito que me escuches—cuando ella lo miró él continuó— respira conmigo, vamos.
El comenzó a respirar de forma lenta y notoria, ella pese que trataba, le costaba y negaba con su cabeza— Vamos Mikasa sé que puedes— y denuevo lo intentaron. Una vez que logró llevar el ritmo de Levi, ambos se encontraban con sus frentes unidas y sus ojos cerrados.
Mikasa cuando logró estar en sus cabales se separó del azabache y se encaminó al baño donde lavó su rostro.
—Lo lamento...puedes retirarte?—preguntó ella con timidez.
—No estas bien, nadie está bien— él se sentó al borde de la cama para mirarla—Quizás no es el mejor momento para proponertelo pero no tenemos tiempo.
Ella lo miraba desde la puerta de su baño.
—Si confiaras en mi podríamos salvar a muchas personas...incluyendote.
—Sabes que nadie te dará una medalla por esto, no te saldría más fácil dar la vuelta y no involucrarte en esto?— preguntó cruzándose de brazos.
—Claro que sí, es más que obvio que yo solo sin la ayuda de tu mafia pude haber matado a Kenny— explicó un poco fastidiado—Sé que no me crees pero, como te dije en tu oficina las mafias están cambiando de rumbo. De que me sirve que la mitad de Japón esté bien, de manera pacífica, si la otra mitad está acabando con todo a su paso.
Tiene razón y además huevos.
—Si te creo, de hecho tengo que disculparme por no creerte la otra vez.
—No me crees, solo tu amigo Hacker lo corroboró— Ella hizo una mueca— No soy pacifista Mikasa pero las cosas no pueden seguir así.
—Esta bien... te escucho.
—Por el momento solo necesito que me des una lista con los que podrías considerar aliados de confianza, los que odian a Jaeger y aquellos que por nada en el mundo lo traicionarian. Cuando vuelve tu esposo?
—Pasado mañana.
—Entonces mañana vendré a verte a la misma hora— él se levantó y caminó hacia la puerta.
—Te vas donde tu noviecita?—preguntó sentándose donde él había estado hace unos segundos.
Él sonrió de forma muy coqueta y respondió—Le mandaré tus saludo—y cerró la puerta.

~En las sombras de la Mafia~   Rivamika♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora