知る

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Había muchas cosas que Tsukishima se preguntaba. El cómo había terminado en la casa de Kuroo mirando como coqueteaba y robaba besos a Kenma, era definitivamente la más relevante en ese momento.

Se encontraba en el sofá, teóricamente conviviendo con sus “amigos”, pero los dos parecían más entretenidos. Desde su posición en el sofá individual podía ver a Bokuto hablando y besando a Akaashi en la cocina. Gruño queriendo levantarse y salir de esa lugar, pero cuando lo intento, los dos idiotas mayores interceptaron su huida y ahora se encontraba aburrido en ese lugar.

—¿Qué mierda querían hablar conmigo?

Kuroo volteo a verlo, sonrió y se levanto. Kei miro al chico salir y luego volver con Kōtarō que no parecía muy feliz. Los dos se sentaron frente a él, mirándolo de una manera que hizo que Tsukishima sintiera miedo. No de la buena manera, conocía a esos dos idiotas, y esa mirada sólo traía problemas.

—Debemos hablar seriamente —empezp Kuroo  y Bokuto afirmo las palabras con un movimiento de cabeza.

—Ninguna oración que los involucre lleva “seriedad” en ella.

—Es sobre Guchi.

Tsukishima debió haberlo adivinado. En el fondo lo sabía y no quería aceptarlo. Tal vez porque quería tiene un 1 por ciento de confianza en ellos dos, pero claramente pedía demasiado. Kei se lo esperaba, creía que hasta habían tardado demasiado.
Los dos lo llenarían de preguntas extrañas sobre el comportamiento de Tadashi y luego crearían un plan estúpido. Claro, nadie lo había preparado para la siguiente frase.

—Debes declararte a Guchi.

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