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Epílogo.

Los rayos de sol filtrándose por la habitación dándole directamente en la casa provocaron que se quejara entre murmullos simplemente girando y acurrucandose en el pecho del chico que gruño entre sueños, sabía que no iba a estar dormido por muchos minutos más debido al sol de la mañana.

Tadashi aprovechó los últimos minutos acostados abrazando con fuerza a su novio que seguramente estaba despierto para ese punto y no quería moverse para no perturbar la paz, sin embargo, luegos de unos segundos se escuchó una fuerte risa de otro lugar de la casa y Kei soltó un fuerte gruñido provocando una suave risa en Tadashi.

—Los voy a matar, lo juro —Kei gruño y Tadashi pensó que su voz mañanera era realmente distrayente.

—Sabes que los amas —Tadashi comentó con una sonrisa formándose en su rostro aún escondido en el pecho de Kei.

Kei no dijo nada dándole la razón a Tadashi que sonrió aún más. Luego de unos segundos, Kei cambió de posición, ahora acostado boca arriba, estaba cansado de sentir el sol directamente en su rostro. Tadashi se acomodo en el pecho del rubio empezando a hacer figuras sin sentido en su pecho con su cabeza apoyada en el corazón del chico, los latidos le provocaron una extraña calma, por otro lado, las manos de Kei no se quedaron quietas y una de ellas empezó a dar suaves caricias en la suave cabellera negra mientras con la otra entrelazando sus dedos. Ambos desearon poder quedarse en ese momento siempre.

Y lo hubieran hecho pero Bokuto y Kuroo estaban despiertos y realmente no querían limpiar el desastre que dejarían esos dos si no se levantaban en ese momento.

A regañadientes, Yamaguchi tomó asiento en la cama, estiro un poco sus músculos y se giró a Tsukishima dando un suave y corto beso en sus labios, miró por el suelo y tomó una camisa al azar dando con la suerte de ser una de Tsukishima. Antes de abandonar la habitación pudo escuchar al rubio removerse y caminar al baño. Tadashi sonrió y empezó a caminar a la cocina donde se encontró a Akaashi y Kuroo hablando tranquilamente. Cuando entró a la cocina ambos notaron su presencia al instante y le sonrieron.

—¡Buenos días, pequitas! —Kuroo saludo de primero.

—Buenos días, Tada —el saludo de Akaashi fue un poco más suave y calmado que el de Kuroo.

—Buenos días, Tetsu, Keiji —Yamaguchi saludo y se acerco mirando que cocinaban.

—Keiji está haciendo omelet y yo estoy tostando pan y preparando jugo —Kuroo informo.

—¿Dónde están los demás? —Yamaguchi preguntó tomando asiento en la mesa mirando a sus dos amigos casi terminando el desayuno.

—No creo que puedas despertar a Kenma o Shōyō pronto, esos dos se quedaron hasta tarde jugando videojuegos, Kags está terminando de bañarse y Kou fue a comprar un poco de leche porque se acabó —Keiji explico y Tadashi sonrió.

—Creí que los dos idiotas estaban cocinando, gracias por evitar que mi casa se queme, Akaashi —Tsukishima entró a la cocina, dejó un beso en el cabello de Tadashi y miro todo lo que habían cocinado.

—Sabes que jamás dejaría que pasara eso, suficiente con el incidente de la última vez. —Akaashi contestó.

—Dejen de hablar como si no estoy aquí, idiotas, además eso no fue culpa de Bo o mía —Kuroo trato de defenderse pero todos sabían que era inútil.

—Buenos días —la voz de alguien más llamó la atención de todos.

—Oh, buenos días, Kageyama-kun —Akaashi le saludo seguido de Yamaguchi que solo le sonrió.

—¡Kags, buenos días! —Kuroo sonrió y el azabache lo miró con el ceño fruncido, solo Kuroo podría estar tan animado un jueves por la mañana.

—¿Qué hay para comer? —preguntó el recién llegado.

—Será mejor que la comida le guste al rey o andara molesto todo el día —Tsukishima soltó burlón y Kageyama lo miró como si pudiera asesinarlo.

—Cierra la boca, estúpido sabelotodo,

—Sigues en mi casa, puedo sacarte a patadas cuando quiera, rey.

—Es muy de mañana para esta mierda —Kags dijo y luego tomó asiento junto a Tadashi que soltó una risa, Tsukishima solo chasqueó la lengua.

Había pasado un tiempo desde que se conocieron, ahora estaban estudiando en la universidad, algunos a punto de despegar en sus carreras como deportistas, como era el caso de Kōtarō, Tobio, Shōyō y hasta Kei. Tadashi miró el calendario sonriendo al reconocer la fecha, se acercaba su aniversario como novio con Kei y eso solo significaba que se acercaba el día que todo empezó a mejorar.

Si es una persona sincera, no recuerda mucho de lo que pasó ese día, sabe que había llorado mucho y que Kei lo había consolado hasta el cansancio, sabe que hablaron un poco pero tampoco recuerda con exactitud el que fue, solo sabe que gracias a eso ahora estaba recibiendo la ayuda necesaria.

No había sido un camino fácil, antes el hasta verse en el espejo le provocaba nauseas, pero ahora no se avergonzaba de salir a la playa con sus amigos, cuando se sentía sofocado por las miradas entonces tomaba un descanso, había aprendido a que cuando las cosas eran demasiado para él solo podía tomar un descanso y siempre había alguien ahí para acompañarlo.

Realmente había sido un desafío abrirse, no solo a su psicólogo que había sido él que le había guiado en todo el camino, hablar con sus amigos había sido difícil, pero siempre tuvo a Tuskishima Kei a su lado, siendo su principal pilar en todo el camino.

Ahora podía decir que se sentía lindo, a veces lo olvidaba pero siempre tenía personas increíbles a su lado para que lo recordara.

Tadashi miró a su novio que molestaba a Kuroo hasta que la puerta principal sonó seguido de un gran grito perteneciente a Bokuto Kōtarō. Kei desvió su mirada hacía su novio, le sonrió suavemente y Tadashi se sintió el ser más afortunado del mundo.

Ugly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora