(-🍉(O2)🍉-)

162 16 5
                                    

El club de teatro no era tan inmenso como una persona normal podría creer. Tampoco era tan diminuto, pues existían las suficientes personas como para que asistieran a este primordial taller. Todos los años se alistaban para actuar en más de una o dos obras teatrales.

Vandal al anotarse a este curso, con el paso de los años, perdió completamente la vergüenza al hablar frente a un público muy extenso. Aún, en su papel de personaje secundario, la mayoría de veces en las que lo hacen sacar adelante, se podría clasificar como uno de los mejores como para ser un chico tan joven. El valor se le veía hasta en las venas.

Conterstine, de apodo Conter, el chico más hablado del imperio 51, también tomaba este taller junto a Vandal. Aunque no lo hiciera tan bien, el apoyo del moreno bastaba para equilibrar sus papeles como un actor principiante decente.

[...]

La escuela tiene tres pisos, pero muchas salas. Es muy fácil perderse dentro del recinto, pero difícil volver a orientarse. Igual a que estuvieras en la noche desenchufando un calefactor, pensar que no te dará frío, destaparte y quedar congelado con el aire, luego intentar enchufar denuevo la calefacción pero estar ciego por la oscuridad, y al final, no tener una vista viable para tu objetivo.

Llegó a la sala, todos se hallaban conversando.
El de pelaje blanquezino fue corriendo rápidamente hacia él cuando escuchó la puerta. Su otro grupo de amigos miraba detrás de él—¡Vandal, llegaste! Faltan solamente unos pocos más—tomó de su mano no preocupándose de nada. El menor se ruborizó por esta acción tan imprevista—Planeamos actuar una nueva obra. No creo que sea tan complicado—El de ojos cerrados quedó atontado con solo hincarse en el mayor.

[...]

Pasó un rato bastante prolongado para que la profesora del taller llegara. Todos estaban distraídos cuando la puerta hacia chillar el más oxidado zumbido que Vandal haya escuchado en su vida. El castaño casi abría sus ojos por segunda vez en el día.

Luego recordaba el suceso del profesor más amable y favorito de todos los niños. Rascó sus ojos, evitando el tonto llanto, se concentró en la profesora para despitarse de aquellos sentimientos.

[...]

Fue una de las mejores tardes, no se arrepiente de no haber acudido. Ahora se hacía de noche, exactamemte las 6:30 p.m. y Vandal tenía que regresar a su hogar. Dirigiéndose calmadamente detrás del peliblanco, lo agarra del brazo de una manera no tan brusca—¡E...espe-...pera!—¿Cómo se atrevía a tocar un cuerpo tan perfecto como es el del conejo?—¿Me...podrías da-dar tu n...núm-número d-de teléfono?—Su timidez le ganaba, al parecer superaba la vergüenza frente a más de mil personas pero con Conter, extrañamente, todavía no.

Se asustó con la acción del otro, aún no sabía quién era hasta que se volteó¡Eh, pto!Los rayos del sol atravesaban las ventanas que estaban posicionadas en los pasillos del exorbitante aposento, y el blanco mezclado con amarillo adornaba la espalda de Vandal, y el esponjoso rostro de Conter—Pff... Claro que sí, mi lista de contactos está casi llena de todo el colegio. ¿Por qué?—sonó arrogante.

Y...yo no t-te lo había pe-pedido antes y me preguntaba s-si querias hablar alg-gun día y divertirnos más de lo que h-hac-hacemos en el taller de teatro.

Bueno po...podemos divertirnos cuando quieras eh ningun problema, ahora me tengo que ir...aparentaba esconder algo. Vandal anotó el número de teléfono en un papel.

Ambos se despidieron y tomaron caminos contrarios.

{💮}

❝ωαтєямєℓση ℓιρѕ❞   【🍉】-ναηтιηє.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora