Nos dirigimos a la casa y la observé unos segundos. Era más hermosa de lo que se veía en las fotos:
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Jim: Wow, no sabía que te gustaba lo moderno. Pensé que eras de esas que a pesar de su edad vivía en cabañas todavía -dijo volteándome a ver con una sonrisa burlona-
T/N: JA-JA muy gracioso -dije sarcásticamente-
En la puerta estaba la que me iba a vender la casa, me le acerqué y la saludé:
T/N: Hola, mucho gusto. Soy T/N, hablamos por teléfono -sonriendo amablemente-
XxX: Hola, el gusto es mío. No nos presentamos formalmente, mi nombre es Verónica Williams, pero puedes llamarme Verónica -dijo sonriendome de la misma forma que yo. Notó la presencia de Jim, lo volteó a ver y luego a mí- ¡Oh! No me dijo que tenía esposo -me puse muy roja- En ese caso le hubiera mostrado una casa para pare-... -la interrumpí-
T/N: ¡No, no! No es mi esposo -dije avergonzada- Es un amigo, sólo vino a acompañarme a ver la casa
Verónica: ¡Oh! Disculpe mi error -dijo rascándose la nuca apenada- Bueno, vamos a ver la casa -dijo para luego entrar y dejar la puerta abierta para que entraramos después de ella-
Jim: -se pone a lado mío- Con que esposos, ¿eh? -dijo susurrando y con una sonrisa pícara en su rostro-
T/N: Cállate, simplemente se equivocó. A lo que yo sé, ni siquiera salimos -dije susurrando al igual que él y con su misma expresión apunté a las cámaras, haciendo referencia a que no dijera nada al respecto-
Jim: Bien que quieres -iba a responderle pero rápidamente entró a la casa, así que me resigné a seguirlo-
¡Dios! Si la casa era bella por fuera, por dentro lo era mil veces más. Me encanta esta casa.
Verónica comenzó a mostrarnos toda la planta baja, que consistía en 2 baños, la cocina, sala de estar (muy grande), estudio y una lavandería, y como ya lo mencioné, todo era muy hermoso, cada espacio que me mostraba sólo hacía que quisiera cada vez más comprar la casa.
Y para finalizar la planta baja, llegamos al patio trasero. Definitivo, está casa tiene que ser mía sí o sí:
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