13: Gustos

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Después de recibir flores y chocolates se encontraba en clase pensando en sus roomies pues últimamente le regalaban cosas como la comida y chucherías.

— ¿Será que Yedam tenga razón? —se preguntó a sí mismo.

— Señor Park, ¿tiene algo que aportar a la clase? —había hablado más fuerte de lo que creía haciendo que el profesor se diera cuenta de su comentario.

— No —negó con la cabeza.

— Entonces guarde silencio y ponga atención.

— Sí —asintió y dejó de pensar en sus roomies.

 Al terminar las clases decidió que lo mejor era ir con Yedam a platicar, quizás el chico tenía razón. No dudó en ir al dormitorio de su mejor amigo, fue recibido por un Mashiho apurado.

— Tengo clase, Yedam llega pronto —dijo y salió despidiéndose con un beso en la mejilla de Jeongwoo.

— Suerte Mashiho —alcanzó a decir mientras este cerraba la puerta. 

Jeongwoo se acomodó en la cama de Yedam mientras esperaba por este. Yedam no tardó en llegar, se veía cansado y se sorprendió al ver a su mejor amigo en su dormitorio.

— ¿Qué haces aquí? No es que no me alegre verte, pero me sorprende.

— Mashiho me dejó pasar —sonrió tiernamente y Yedam le sonrió de vuelta.

— ¿Pasa algo? No es que me moleste, porque al contrario, me alegra que me visites. Pero...¿Pasa algo? —dijo mientras dejaba su mochila en su cama.

— Sí y no —agachó la cabeza y rascó su nuca—. Son mis roomies.

— ¿Qué pasó? —alzó su rostro rápidamente y se acercó a su mejor amigo para sentarse a lado de él—. ¿Qué pasa con ellos?

— Últimamente ellos han actuado raro.

— ¿A que te refieres con raro? —agitó la cabeza—. No, mejor define raro.

— Me regalan muchas cosas, dulces, chucherías, la cena. Haruto ayer me regaló un dije. Están muy raros —Yedam rió por la inocencia de su mejor amigo—. ¿De qué te ríes?

— De tu inocencia —rió nuevamente.

— ¿A que te refieres?

— ¡Le gustas a tus roomies! —exclamó divertido.

— ¿Qué? No —se rió por ello—. ¿Hablas en serio? —dejó de reír.

— Sí. Dime Jeongwoo, ¿Cómo te tratan?

— Pues muy bien, son caballerosos conmigo y...no —observó a Yedam—. No.

— Sí —dijo con una gran sonrisa.

— No puede ser, no le puedo gustar a Haruto y Jaehyuk

— Si puede —sonrió y le apretó el hombro—. Dime, ¿te gusta alguno de ellos?

— ¿Qué? No —al solo pensar aquello el sonrojo se hizo notar en sus mejillas.

— Te gustan las cosas japonesas por eso te gusta Haruto.

— Pero también me gustan las cosas coreanas —mencionó en un susurro—. Oh no —se dio cuenta de lo que dijo.

— Oh sí —Yedam estaba sonriendo como loco—. Te gustan los dos —chilló de emoción—. Estas metido en un triángulo amoroso, viejo.

— No puede ser —tocó su frente.

— Claro que sí —chilló nuevamente—. Si es posible que te gusten los dos.

Roomies [HaJeongwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora