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Tiempo después de salir del psicólogo, más o menos cómo ocho meses después, Decidí que ya estaba lista para visitar a Millie al cementerio. La primera vez fue muy doloroso para mí y para su madre. Yo trato de visitarla cada dos semanas por una o dos horas.

Hoy es un día de esos...

–Te he extrañado mucho, eso debes saberlo. Ya que siempre te lo digo. – sonreí con tristeza mientras dejaba una rosa en la lápida de Millie.– Creo que tardaré un poco más en venir, tengo que hacer unas cosas para la universidad y después vendré a saludarte.– Dije sonriendo.

Vivir sin Millie en verdad ha sido difícil.
Pero jamás superamos algo, solo aprendemos a vivir sin ello. 

Esas fueron una de las palabras de mi psicólogo la primera vez que lo vi, Supongo que tuvo razón, aún duele no tenerla aquí.

Me dolió mucho que se fuera, no puedo imaginar cuanto dolor tuvo que pasar su madre. Ella no tuvo que ver a un psicólogo, tuvo que ver a un psiquiatra,  ya entiende que murió, pero ha tratado de suicidarse muchas veces y habla sola, es algo que la ha traumado mucho.

Todos tenemos traumas, ¿no?

El sol se escondió entre las nubes grises que aparecieron, El viento soplaba mi cabello. El clima se veía hermoso, justo como para tomar una foto.

Saqué mi teléfono, ya que no tenía mi cámara conmigo. Pero no solo tomé una del cielo, también una de la lápida de Millie, junto a la rosa que le traje.

Desde ahora llevaré mi tableta y mi cámara a todos lados, es algo definitivo.

–Se vería hermosa esta foto para postearla en nuestro cumpleaños– pensé.

–Es hora de irnos Lissa, lloverá.– Dijo una mujer cuyos ojos eran color café. Esa era mi madre.

–Sí mamá.– Tomé una banda elástica para recoger mi cabello ya que se había enredado Gracias al viento.– Nos vemos Mills, prometo verte en tu cumpleaños.

Me levanté del suelo y me dirigí hacia donde estaba el auto junto con mi madre.

–¿Hiciste las maletas antes de venir?– Preguntó a penas salíamos del cementerio.

Asentí y me puse el cinturón.

Después del accidente de Millie pude sentarme en un auto después de cumplir los quince años, tenía miedo de que me pasara algo, pero mi madre dijo "ella no tenía cinturón, tú sí lo tienes. No tengas miedo"
Eso me hace sentir más "calmada"

Hace meses fui a una empresa de cosméticos como turista pero no me gustó, después vi un anuncio en un centro comercial de ciencias y le dije a mis padres que quería saber más sobre eso, así que investigué mucho, les dije que quería estudiarlo y ellos lo tomaron bien, ya que no era ni dibujo ni fotografía. Prácticamente desecharon el "tienes que visitar una empresa para dejarte estudiar lo que quieras" porque al final elegí una carrera que nos llamara la atención a todos.

Estaban matándome con esas palabras solo para no vivir mi vida dibujando y tomando fotos. Que egoístas.

Pero por un lado está bien, porque puedo especializarme en algo y también puedo tomar la fotografía y los dibujos como hobbie, cuando tenga tiempo libre, porque no pienso dejar de hacerlo, es algo que llevo dentro de mí, en mi infancia, en mi vida, en mi corazón.

Mañana me mudaré a la universidad de Georgetown y pasado Mañana inicio las clases, mis amigas y yo iremos a universidades diferentes. Pues, ellas si pretenden salir de Washington, yo aún no puedo.

–En el folleto dice que nos llevarán a la CEW (Creación especial wong) es una compañía especial que está cerca, supongo que nos enseñarán algo.– bebí un sorbo de agua.–Es una especie de bienvenida para enseñarle a los demás un poco sobre lo que están trabajando o lo que alguna vez trabajarán.

–¿Estás emocionada? Yo lo estoy.– Pregunta mi madre sonriendo.

No he estado feliz desde hace años, pero espero poder serlo algún día.

–Claro que sí.– Sonreí y la abracé.

–Realmente esperamos que te vaya bien, todo lo que sueñes puedes hacerlo, sé que serás la mejor, Linda.– Siempre quise escuchar eso cuando estaba pequeña, cuando tenía esperanzas, en serio lo anhelaba.

Pero ya no es nada para mí.
Supongo que estoy vacía.

–Pedí Frappuccino's, los acompañaremos con pastel de chocolate, ¿puedes avisarme cuando lleguen?–Ella asintió– Me daré un baño.

Me dirigí a mi habitación para así desarreglarme completamente y darme un baño de treinta minutos.

Tomé mi pelota anti-estrés y me metí en la bañera, cerré los ojos y a penas la presioné, comencé a llorar. Es algo que suele pasar a veces. Solo lloro para desahogarme, ya que no puedo hacerlo con nadie más.

¿Por qué lloraba? ¿No estaba todo bien?
La respuesta es NO.
Nunca estuve bien.

Simplemente tenía que parecer ser fuerte delante de mis padres, para no tener que estar más con ese psicólogo estúpido. Para que no me trataran como una chica rara o loca depresiva.

Se supone que ir al psicólogo cura, ¿pero no te daña más cuando tu propio psicólogo abusa de ti?

Sí, gracias a Dios dejé de ir al psicólogo desde que tengo catorce, como dije anteriormente. Eso pasó porque lo encontraron drogandose y lo despidieron, y pues no volví a ir a otro porque según mis padres, "veían mejoras"; de verdad estoy agradecida por habérmelo quitado de encima.

Ya que unas semanas antes, intenté fingir estar bien, hablar bien, estar calmada, intenté ser feliz y pronto se volvió cotidiano fingir y nadie notó nada malo en mí, terminaron creyéndolo. No dije nada jamás porque, ¿Quién iba a creerle a una niña que estaba yendo al psicólogo?, solamente pensarían que quería librarme rápidamente de eso, por las pastillas, las terapias.

¿¿Terapias dices??
Estuve en terapia por dos años y medio, después de que mi cuerpo se desarrolló el inútil ese sólo quiso aprovecharse de mi inocencia.

Me amenazaba diciendo que si hablaba nadie me creería y eso haría que durara más tiempo con él, porque yo "era suya".

Tengo terror cada día de volver a verlo.

DOS MUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora