El lugar se encontraba saturado de personas aquella noche.
No es como si fuera algo anormal, en realidad se atrevería a decir que había noches en que el lugar había estado más transitado, por más bizarro que aquello sonara.
Tampoco era su primera vez en aquel club, todo lo contrario, este lugar era más un hogar para él que su propio hogar.Igual odiaba ambos.
Sin embargo, esto no reducía los nervios tan lamentables que le consumían desastrosamente.
Sentía su respiración acelerada, podría jurar que su corazón iba a explotar en aquel momento, y sus manos no dejaban de sudar, un frio helado que parecía recorrer su cuerpo como una droga embriagadora.
Lo peor de todo era que aún faltaban minutos para su tan esperada actuación.
Sería una mentira decir que ya no sentía nervios cuando en realidad estos le carcomian incluso más que el primer día en que llegó a este sitio.Tras el incidente de su encuentro con su primer cliente Yoongi llegó a notar la inseguridad y temor que el trabajo que le había asignado le proporcionaba al menor.
Es por ello que decidieron llegar a un acuerdo que convenciera a ambas partes. Uno que no involucrara más de lo que el menor estaba dispuesto a perder, pero de igual manera, trajera algo a la mesa para el mayor.
Un espectáculo de baile.
Después de todo si algo le faltaba a aquel lugar era entretenimiento. Y ¿qué mejor para llamar la atención de la gente, que personas atractivas bailando de forma atrevida con atuendos aún más descarados?.
Es así como Jungkook se encontraba nuevamente ansioso por la apertura de el nuevo servicio en aquel bizarro lugar , una semana llena de ensayos después y perfectamente arreglado mientras oraba por que su primer número saliera como se esperaba. Necesitaba convencer a Yoongi de que esta era la mejor opción.
El azabache decidió dirigirse al vestidor para pasar el tiempo y acabar con los nervios antes de que estos acabaran con él.
Una vez en él se sintió nuevamente atrapado, todo de aquel lugar parecía querer recordarle lo miserable que era su situación y que tan incapacitado era para poder cambiarla.
Impotente, sería la palabra correcta para describir aquella sensación que tanto detestaba.
Por un momento consideró la idea de hacerse pasar como enfermo, quizá si se empeñaba en su papel y le miraba con aquellos ojos suplicantes a Seokjin, quien era el encargado del nuevo show, este accedería a ayudarle a excusarse por esta vez con Yoongi.
Recordó la ultima vez en que lo ayudó para salir temprano de uno de sus ensayos y la lamentable actuación de su mayor en aquel momento, casi se delata a sí mismo con tal de no seguir observándolo.
Una pequeña risa abandona sus labios, cuanto lo adora.
Es por ello que no lo puede exponer una vez más, si este le volviera a ayudar lo más probable es que le descubran y termine metiéndole en problemas. Siempre problemas.
Milagros como el de que el peliverde se tragara la mentira del castaño, solo suceden una vez en la vida.
Y esta vez se encontraba Paul, el dueño del local, al cual seguramente sería incluso más imposible convencer.Además, necesita el dinero y ya está más que arreglado para su acto.
Suspira nuevamente y sale del cuarto hacia la sala principal. Decidido se dirige hacia la mesa de bocadillos en donde puede jurar que el sushi le guiña el ojo tentativamente cuando se encuentra atrapado en los brazos de un castaño con risa estrepitosa
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†"House Of Cards"†[Vkook]
De TodoDespués de quedarse sin nada Jungkook se encuentra atrapado. Bienvenido a la casa de cartas, aquí encontrarás diversión, alcohol y entretenimiento. Solo no hagas un mal movimiento. O todo se vendrá abajo.