Capítulo 3

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  La luz que entraba por la ventana y reflejaba en su cara fue lo que hizo que Armando comenzara a despertar. Tenía la sensación de que había mucha más luz de la que acostumbraba tener su apagada casa. Fue entonces cuando abrió por completo los ojos, y notó que el techo no era del mismo color que el de su habitación, "¿dónde estoy?" fue lo primero que pensó, luego comenzó a sentir un gran malestar, le dolía mucho la cabeza y el cuerpo en general, se sentía como una resaca, pero un poco más fuerte, pues le dolía el cuerpo como si hubiera hecho mucho ejercicio, y el acostumbraba hacerlo. Miro más alrededor, y vio que definitivamente no era su habitación, pero tampoco le sonaba haber estado ahí antes, "¿Qué pasó anoche?" pensó ahora. Se levantó rápido de la cama para buscar una salida, puesto que comenzó a tener algo de miedo de encontrarse secuestrado por algún problema de la mafia o algo así, pero entonces noto inmediatamente que se encontraba desnudo, lo cual lo hizo ponerse rojo de la vergüenza, miro rápidamente por el suelo buscando su ropa interior, pero no la vio, así que se cubrió con una manta pequeña que estaba sobre la cama, "Esto no puede estar pasando otra vez..." pensó ahora, enfurecido consigo mismo, y con algo de miedo de a quién se encontraría al salir de esa habitación, se armó de valor, pensando que como última opción podría encargarse de matar a la persona que estuviera ahí si fuese necesario.

El jefe de taller salió de la habitación cubierto solo con aquella manta, y al bajar unas pequeñas escaleras se encontró con el Súper Intendente sentado y desayunando, este estaba vestido solo con sus pantalones de vestir.

-Buenos días...¿Quieres café?-dijo Conway al verlo parado en medio de su apartamento-un ibuprofeno quizás?-preguntó nuevamente y río burlonamente. Armando comenzó a notar que su ropa estaba tirada por todos lados sobre el suelo, y comenzó a procesar más rápidamente lo que había ocurrido aunque no lo recordaba bien.

-Joder...Dios mío..-comentó este mientras se refregaba cara con su mano, y Jack se sintió algo incomodo al notar que este no era muy consciente de lo que había pasado, y el no era el tipo de persona que aprovechaba esas situaciones, aunque el se había encontrado casi en el mismo estado que el otro.

-Si quieres te puedo prestar unos boxers...limpios, y puedes usar la ducha también, está al lado del cuarto-le dijo amablemente el Súper mientras se levantaba para servir una taza  más de café, intentando calmar un poco al sujeto que acababa de levantarse, le extendió la taza con café caliente a este, para que se despertara un poco.

-Vale...-respondió Armando mientras se sentaba y apoyaba su taza en la barra donde estaba desayunando el otro.

-Si te hace sentir mejor, parecía que lo estabas pasando de puta madre-comentó Conway, probablemente para volver a incomodarlo un poco, ya que le gustaba joder a la gente.

-La madre que me parió...-dijo el mecánico y posteriormente tomo un trago de café, evitando comentar más al respecto, al policía le parecía atractiva la imagen de aquel sujeto semidesnudo, cubriéndose solo la entrepierna con una cobija, y bebiendo café estando medio dormido,con su cara ruborizada por la incomodidad y la vergüenza de lo que había pasado. Pero decidió contenerse y no hacer ningún acto de afecto, a pesar de que tenía unas profundas ganas de al menos besarle la mejilla.

Al terminar su bebida, Nadando se levantó y cortésmente aviso a Conway que iba a tomarse una ducha ya que luego tendría que ir a trabajar, el otro lo acompaño para indicarle donde estaba el baño y lo dejó en su intimidad. La lluvia fresca de la ducha relaja mucho a Armando, calmando tanto el dolor de su resaca, como de su cuerpo en general. Mientras se relaja comenzaba a pensar mucho en el hecho de cómo había llegado a esa situación, incluso comenzaba a recordar algunas cosas que habían sucedido, que lo hicieron sentirse más avergonzado, al punto de no querer salir de ese cuarto, pero no le quedaba de otra. ¿Por qué Conway? ¿Por qué de todos los hombres en la ciudad con los que podría haberse acostado, tuvo que ser el jodido Súper Intendente? ¿Acaso sentía algo en especial por él, o viceversa? Esas eran las preguntas que mas fuerte resonaban en su cabeza. Finalmente salió de la ducha, se arregló un poco el cabello mientras tenía la toalla en su cintura, luego se terminó se secar el cuerpo y algo avergonzado se puso los boxers que le había prestado Conway, aparentemente compartían la misma talla.

ArmandwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora