Proyecto Said Kalel

Más preguntas que respuestas

Negro... no había más que un profundo negro que lo consumía todo, incluso los sonidos, las sensaciones y los aromas, era incluso difícil de percibir diferencia alguna entre existir y no hacerlo, la conciencia pareciera disiparse y tras aquel negro abrumador un pensamiento era el alba que alumbraba el horizonte, disipando la penumbra, recordando aquella célebre frase de René Descartes, "pienso, luego existo" y la consciencia como el sol al amanecer, se erguía sobre el firmamento, mostrando un abanico de colores que poco a poco formaban figuras que a su vez, poco a poco formaban una realidad que se presentaba ante Ally después de haberse desvanecido frente a la presencia de su madre en aquella cama de hospital donde los médicos dictaminaron su muerte.

El paisaje que se presentaba ante sus ojos no era muy diferente a lo que había visto las últimas semanas, incluso por algunos momentos cuando apenas recobraba la conciencia, pensó encontrarse en aquella habitación donde sus familiares lloraron su muerte. Pero no tardó en notar las incongruencias con lo que sus ojos observaron por última vez antes de cerrar los ojos aquel 17 de marzo a las 00:44. La habitación en la que se encontraba cada vez le parecía más diferente y las figuras frente a ella que poco a poco lucían más como personas no eran sus tres familiares ni los médicos o enfermeras que la trataban, tampoco correspondían a ninguna de sus amistades, incluso su madre no formaba parte de aquel grupo de personas que la observaban muy atentamente, como si estuvieran esperando justo el momento en que ella despertara.

―Hola Ally, me alegra que por fin despiertes ―dijo una de las personas frente a Ally.

―¿Qué está pasando?, ¿no estoy muerta?.

―Tranquila, sé que tienes muchas preguntas pero te aseguro que entenderás todo a su momento, permite que vayamos por partes ―intervino otra de las personas, una mujer que literalmente lucía como un ángel.

―¿Y mi mamá?, yo la vi, estoy segura y... y... ¡me puedo mover, no me siento cansada! ―dijo Ally mientras levantaba su torso hasta quedar sentada sobre la cama en la que se encontraba y veía sus manos, fascinada por su capacidad para moverlas con tanta energía como antes de su enfermedad.

Las dos personas que habían hablado anteriormente voltearon a verse entre sí mientras sonreían e intercambiaban palabras entre sí sobre cómo siempre pasa lo mismo y las muchas veces que han escuchado o visto lo mismo antes, aunque estas palabras no resultaron relevantes para Ally quien no lograba estabilizar las emociones que sentía en ese momento, su cabeza apenas podía procesar todo lo que estaba sucediendo.

―Mi nombre es Aleka y él es Evan y estamos aquí para responder a tus preguntas, primero, estuviste bajo observación médica por unos días en lo que te recuperaste por completo, segundo, no, no estás muerta y lo tercero... bueno, será mejor que esperes a verlo ―explicó la mujer que ya antes le había dirigido la palabra.

―¿Entonces sobreviví?, ¿cómo es posible si los doctores dijeron que eso no era posible y yo estoy segura que ya no podía más?, yo... morí... recuerdo haber visto a mi madre, yo...

―Lo entiendo perfectamente Ally, yo soy, bueno... soy tu doctor y como Aleka te comento, estamos aquí para responder todas tus preguntas pero debes ir con calma, lo principal es que ahora estás bien, estás viva y saludable así que tiempo no nos faltara para disolver tus dudas. ―dijo Evan interrumpiendo a Ally al notarla un tanto angustiada.

―Lo mejor es que me dejes explicarte algunas cosas antes de que continues con tus preguntas, creo que así te quedará todo claro más rápidamente ―dijo Aleka―. Sé que esto te sonará como una locura, lo mismo pensé yo cuando me lo dijeron pero pronto entenderás todo y notarás que tiene más sentido de lo que aparenta. Verás, tú no llegaste a morir porque nosotros llegamos a ti justo antes de que pasara y te curamos, contamos con la tecnología necesaria para erradicar la enfermedad que tenías y desde entonces te hemos estado cuidando hasta ahora que has recuperado toda tu energía y vuelves a tener la vitalidad de una mujer de veintiséis años ―continuó diciendo Aleka tras captar la atención de Ally.