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Todos se habían reunido en el hospital, se encontraban en una sala apartados de los demás, algunos estaban en shock, otros lloraban y los que quedaban consolaban los que podían a los otros.

— ¡Todo esto es tu maldita culpa! — Le reprochó el emplumado a Vegetta, apuntándole con el dedo, acercándose poco a poco a él, pero Alexby se metió en medio, lo que menos podían hacer era pelear entre ellos.

— ¡No vuelvas a decir eso! — Saltó el teñido defendiendo a su marido, bastante enfadado por la acusación del otro, su pareja no tenía la culpa.

— ¡Es la verdad, otra cosa es que no lo quieras ver! — Siguió discutiendo Fargan con sus lágrimas cayéndole por las mejillas, él era el más cercano a Willy, y ahora mismo tenía un dolor en el pecho que no podía ni describirlo.

Luzu vió todo el panorama con las lágrimas saltadas, el de piercings miró la reacción que estaba teniendo su acompañante y decidió meterse en esa tonta pelea.

— ¿Que más da quién tenga la culpa? Ya se ha ido. — Decía el de la mecha rubia en un tono con fingida indiferencia, pero todos sabían que le importaba y mucho.

— ¡Auron no ayudas en nada! — Se quejó el policía negando, mientras seguía sujetando a su pareja. Haciendo que está se zafase del agarre.

— ¿Como que que más da? Esto no hubiera pasado si Vegetta no tuviera traumas con sus sentimientos y no jugase con las personas. — Terminó diciendo el castaño cerrando los ojos intentando controlarse, empezó a morderse el labio nervioso dando un suspiro lastimero que hizo que sus lágrimas volvieran a caer.

— Yo no sabía que iba a llegar a este punto... — Habló por primera vez el de ojos amatistas con lágrimas en los ojos mirando el suelo, no podía mirar a la cara a los demás.

Alexby negó de la impotencia mordiéndose el labio, decidiendo hablar. — ¿Acaso no lo viste en tu maldita boda? Estaba roto Vegetta, ¡Roto! — Le acusó el más bajito poniéndose de lado de su pareja, opinaba lo mismo que él.

Auron y Luzu no se metían, estos se daban apoyo mutuamente con leves miradas y caricias, y algunas sonrisillas tristes.

— ¡La culpa no es de Vegetta si me prefirió a mí! — Defendió el de orejas de oso a su pareja, está no decía nada, solamente se quedaba mirando al suelo sin decir una sola palabra.

El castaño lo miró negando, empezando a hablar por primera vez. — Rubén, si tanto te prefería, ¿Por qué no te escogió desde el primer momento? En vez de jugar con Willy y contigo. — Respondió Luzu en un tono cabreado, no estaba de acuerdo con lo que decía el teñido.

— ¡Serás idiota, eso no tiene sentido! — Murmuraba el de ojos lima negando, negando ver la realidad de todo esto.

— No le hables así a Luzu. — Terminó diciendo Auron defendiéndolo, una cosa no era aceptar la realidad y otra cosa es empezar a acusarlo.

Iban a decir algo más pero un médico se acercó a este grupo con la mirada penosa. — Perdonen, pero ya pueden verlo, si desean pueden despedirse, por favor vayan de uno en uno. — Les dijo a todos, haciendo que estos se mirasen entre sí, todos querían ir primero.

— Iré yo primero, yo era su mejor amigo. — Declaró Fargan mirando a todos los presentes, para después entrar en la habitación que yacía su mejor amigo fallecido, cerró la puerta y lo miró, no podía creerse todavía del todo que estaba muerto, y menos que se había suicidado por voluntad propia.

Cogió asiento en la silla que había al lado de la camilla, mirando con pena aquel cuerpo, le tocó la mejilla sintiendo como estaba bastante frío, dando un suspiro lastimero.

suicidio - rubegetta/wigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora