Natasha se revolvió el cabello mientras esperaba que los hielos descendieran del conducto en la puerta de la heladera hasta su vaso. Lo llenó de agua y luego se lo pasó al hombre sentado en su sofá.
―¿No dirás nada más? ―preguntó sentándose en el sofá de una plaza frente a él.
Rogers bebió un par de tragos antes de responder.
―¿Para qué? Estás decidiendo si te parece que estoy diciendo la verdad o no. Ya te lo he dicho, te conozco bien.
La rusa frunció el entrecejo. No había duda de que él era Steve Rogers. A pesar del cabello ligeramente largo y la barba crecida, todo lo demás lucía igual. Incluso tenía el mismo aroma y el mismo sabor.
―¿Por qué me besaste? ―preguntó la pelirroja.
―Yo... No te he visto en mucho tiempo y perdí el control.
Romanoff se levantó del sofá y se acercó para sentarse en el brazo de donde estaba sentado él.
―¿Por qué insististe en venir a mi casa?
―Porque hay menos posibilidad de que alguien me vea aquí.
No podía revelarle a la rusa que HYDRA vigilaba en secreto lo que sucedía en el departamento del capitán América de esa época.
―Lo que dices es algo difícil de creer ―se levantó y tomó su celular.
Marcó el número de Steve, frunciendo el entrecejo cuando él atendió del otro lado. Habló unos minutos con el capitán y le pidió que fuera hasta su casa cuando terminara en el Triskelion.
―Eres un detector de mentiras humano, no deberías dudar de lo que te dice tu instinto ―expresó el hombre en su sofá.
―No sé de qué hablas.
―Conozco tus expresiones, Nat.
Ella llevó ambas manos a su cabeza.
―Supongamos que te creo. Entonces repasemos los hechos... Vienes del futuro y no tenías intenciones de revelar nada que pueda alterar el curso de la historia. ¿Me repites tu misión?
Steve suspiró.
―Quería verte de nuevo.
―Entonces estamos separados o estoy muerta en el futuro ―asumió ella.
―Es complicado.
Tendría que explicar demasiado para que ella comprendiera que la Natasha que él había conocido se había desvanecido después de que un titán morado hubiese chasqueado los dedos.
―Si realmente eres quien dices y Steve llega por esa puerta ¿desaparecerá cuando te vea como en las películas de ciencia ficción?
El supersoldado negó con la cabeza.
―No me fue fácil comprender lo que sucede con los viajes en el tiempo, pero Banner explicó que al viajar al pasado y cambiar un hecho, no se cambia el futuro, sino que se abre una nueva línea que comienza a correr de forma independiente.
La rusa hizo una mueca mientras procesaba las palabras del rubio.
―Entonces en esta realidad no sucederá exactamente lo mismo que en tu pasado, dependiendo de lo significativo que resulte tu presencia.
―Así es. Podría dejarles algunos consejos sobre como evitar lo que nos sucedió a nosotros y lo que me motivó a estar aquí. En este mismo momento, mis demás compañeros están consiguiendo los medios para resolver todo.
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Law of Attraction | Romanogers
FanfictionLa atracción entre Steve Rogers y Natasha Romanoff era algo que no podía ignorarse. Aclaración: Los personajes no me pertenecen. Esta historia es un fanfic, así que todo puede pasar. No lo lean si s...