La adolescencia es esa etapa donde dejamos de ser niños, pero todavía no somos adultos. Es una etapa llena de emociones, dudas, amistades, locuras, aventuras, desastres y experiencias. Es donde algunos encuentran el amor y donde otros empiezan a odiarlo. Un periodo donde todo es exagerado, no existen los puntos medios, somos extremistas. Empezamos a ver el mundo de una forma distinta, nos llama la atención todo aquello que no debemos hacer, queremos empezar a vivir a nuestra manera, hacer lo que nos plazca cuando nos plazca, y nos damos cuenta que el mundo real no es tan fácil como lo veíamos en la televisión.
Esta etapa de transición, llamada adolescencia, donde empezamos a madurar, no es tan fácil como lo decían los dibujos animados, ni tan mala como algunos adultos nos hacen creer. Es una etapa llena de cambios físicos y psicológicos que nos van formando en los adultos que próximamente seremos. Sufrimos cambios bruscos y siempre nuestras emociones parecen exageradas, muchas veces actuamos sin pensar y nuestro humor suele cambiar repentinamente, y es fácil pasar de la felicidad absoluta a una tristeza profunda, y sentirnos tan inteligentes como Einstein y luego declararnos totalmente estúpidos. Necesitamos desesperadamente ser idéntico al otro para posteriormente diferenciarnos. Anhelamos encontrar ídolos pero también nos rebelamos a la autoridad.
Según la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia se divide en dos periodos: el primero entre los 10 y los 14 años y el segundo entre los 15 y los 19 años; así el concepto de juventud se sitúa entre los dos periodos, entre los 10 y los 19 años. Durante la adolescencia se producen muchos cambios en muy poco tiempo, es un proceso psicológico unido al crecimiento social y emocional que surge en cada persona.
En los varones empieza a aparecer el vello en áreas como los genitales, el bigote o las axilas, la voz falla y se hace más grave, aparece el acné, los hombros se ensanchan, crece el vello en el pecho y la espalda, el cuerpo transpira más, el cabello y la piel se vuelven más grasos, aumenta el peso y la altura, las manos y los pies crecen, y además son testigos del crecimiento de sus órganos sexuales.
En las chicas la piel se vuelve más grasa, aumenta el peso, la altura y el sudor, los brazos engordan, aparece el acné, se destacan los pezones, aumenta el vello en los brazos, los muslos y las nalgas engordan, las caderas se ensanchan, se inicia la capacidad reproductora y llega la menstruación.
Nos empieza a preocupar más nuestro estado físico y como nos vean los demás, porque ya no somos los "niños bonitos de mami" y ya no le creemos mucho cuando ella nos dice que siempre somos hermosos.
Muchos sufrimos con el autoestima, mientras que algunos tienen un alto concepto de sí mismos; otros, como dicen Las Pastillas del Abuelo, tenemos "una autoestima muy adherida al suelo. Empezamos a tener ideas propias y cuestionamos a nuestros padres y personas mayores. Los amigos empiezan a cumplir un papel importante, ya que su opinión es la que mas escuchamos, se vuelven nuestros confidentes y psicólogos.
Exigimos intimidad y libertad, casi siempre nos preguntamos ¿Por qué los adultos no aceptan nuestras decisiones? ¿Por qué les cuesta tanto entendernos? ¿Acaso ellos no fueron adolescentes? Deseamos ser independientes pero nos da miedo soltarnos de nuestros padres, nos preocupamos demasiado por el futuro, queremos ser adultos y niños a la vez. Hay veces que no nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y ya casi estamos terminando la secundaria, para dentro de un año salir al mundo real como los chicos grandes que somos.
Buscamos la aceptación por medio de las redes sociales, hacemos de todo para conseguir más "Me Gusta" o "Likes", compartimos todo lo que hacemos para ser mas "populares", nos volvemos adictos a la realidad virtual que nos brindan estas redes y dejamos de lado la verdadera realidad.
Cuando somos adolescentes y nos enfrentamos por primera vez con el amor, nos suceden cosas que nos dejaran marcados para siempre. Resulta que un día descubres que tu compañero/a de clase no es tan feo/a como creías, descubres que tiene ojos bonitos, que su ser es muy agradable, que es guapísimo/a y cada vez que se te acerca, tu corazón late a mil por hora, te sudan las manos, sientes mariposas en el estomago, te sonrojas y quieres verte mejor que nunca. Ésta serie de "síntomas" nos indican que nos estamos "enamorando".
El enamoramiento es vivido con pasión. Su duración es muy variable, puede durar un día, un año o toda una vida.
En algunos pocos casos el primer amor dura para siempre. Y nos encontramos con parejas que llevan juntas desde que se conocieron en la escuela. Pero lo normal es que no sea así. La razón principal de este hecho es que en la adolescencia no estamos formados del todo. Cuando crecemos vamos cambiando, vamos madurando y también varía lo que deseamos para nuestra vida. Lógicamente una de las cosas que cambian es también las características que queremos en nuestro compañero/a. Por eso es también muy frecuente que cambiemos a menudo de pareja. Pero eso no quiere decir que no suframos con las rupturas. Hay veces que los adultos a nuestro alrededor le quitan importancia a las separaciones. Está bien que nos hagan ver que ese dolor que en el momento parece que será eterno, se pasará. Pero también es necesario que recuerden cómo de profundo era ese dolor.
Muchos caemos en un "pozo depresivo" cuando la persona que nos gusta no nos corresponde o tiene pareja, nos sentimos solos cuando nos rompen el corazón o cuando un amigo nos "traiciona", creemos que es el fin del mundo y que no vamos a poder sobrevivir ni salir nunca de esa situación, pero con el paso de los días nos damos cuenta que todo tiene solución y que exageramos demasiado.
Buscamos nuevos amigos, nuevos amores, nuevas experiencias; a veces para ser más cool y otras veces porque necesitamos un cambio de aire.
Cuando creemos enamorarnos es todo color de rosa, nos sentimos en las nubes, creemos que todo lo que esa persona dice o hace es extraordinario, como dice la canción "Yo no sé lo que me pasa cuando estoy con vos, me hipnotiza tu sonrisa, me desarma tu mirada y de mí no queda nada me derrito como hielo al sol", vemos a esa persona como lo más perfecto del mundo, no queremos a nadie más, hasta que nos rompe el corazón o descubrimos que la vida tiene más colores, no solamente el rosa."Si pudiera,
mi amor,
convertiría todo lo que ahora es singular
en plural.
Pero no puedo,
así que has de conformarte
con lo único que puedo hacer:
quererte
-no el doble, ni por dos, ni al cuadrado,
sino con la fuerza de un ejército
de tres mil latidos y doscientos litros de sangre
que queriéndote dar más de lo que tiene
te da todo lo que es-"
Tres mil latidos y doscientos litros de sangre - Elvira SastreLlegas a tu ultimo año de secundaria y es allí cuando te das cuenta que ya creciste, tu cuerpo ya cambió, tu personalidad se solidificó, perdiste amigos pero hiciste otros nuevos, sufriste por amor, lloraste, reíste, caíste en la depresión pero saliste, bailaste, te divertiste, volviste a encontrar a alguien que te hace feliz, y es allí cuando te das cuenta que la adolescencia es la mejor etapa, que las cosas que no haces a esta edad no las vas a poder hacer a los 30.
Finalmente disfruta, come (no te dejes influenciar por los estereotipos de Ken y Barbie que la sociedad trata de imponer), baila, salta, grita, corre, haz locuras, atrévete, vive. Esto pasa solo una vez en tu vida, no esperes a estar terminando la secundaria para darte cuenta de todo lo que podes hacer sanamente, no entres en "depresión" tan rápido, solemos preocuparnos por tonterías sin sentido, no dejes que la opinión de los demás te defina porque el único que puede juzgarte es Dios. Así que simplemente viví, que sino a los 20 te vas a arrepentir.
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Poemas de una enamorada
PoetrySentimientos escritos en mis peores momentos siendo adolescente