A Jimin le gusta la gasolina

Vamos A Perrear

Me acerque a aquel chico de cabello negro y piel blanca que vestía una camisa blanca y unos pantalones negros que le quedaban perfectos.

—Hola —saludé guiñándole un ojo mientras todos bailaban ya que yo había animado la fiesta.

No contestó, asumí que no me había oído así que hable más fuerte.

—¿cómo te llamas? —interrogue por encima de la música.

—Yoongi

—yo soy Jimin, ¿eh, te gustaría bailar? —dije un poco nervioso, algo extraño en mí ya que soy un chico bastante extrovertido que no le teme a socializar.

—No —dijo indiferente.

No podía creerlo, ¿dijo qué no?

—Disculpa —repuse ofendido ¿Cómo era posible que no quisiera perrear conmigo?

—Dije que No, algo más, Jimin —añadió enfatizando mi nombre pero sin ninguna expresión en su rostro.

—Nada —me di la vuelta bastante enojado, no iba a dejar que un idiota me arruinara la noche. Me dirigí por otras dos cervezas y me las bebí en un instante. Y me puse a perrar hasta el suelo, olvidándome así de ese chico.

En una ocasión logre ver al chico de nuevo bailando un poco y eso me hizo  exasperar mucho más, pues si le gustaba bailar pero no lo quiso hacer conmigo.

El tiempo pasaba y con sigo las cervezas que me tomaba, cada vez me sentía más mareado.

—No debiste dejar que tomara tanto.

—A mí que me dices, se supone que tú eres su mejor amigo.

Escuche a lo lejos dos voces familiares, tal vez se tratara de mí, pero me daba igual ahora estaba bailando con una chica muy alta de mi clase de matemáticas.

Cuando la canción acabó para seguir con otra que conocía muy bien, era una de mis favoritas para perrear así que ya estaba listo cuando vi al chico que me rechazó, parado cerca de una mesa de postres.

«No se me va a escapar ahora si» pensé. Me acerque a él le di la vuelta para ponerlo frente a mí, me volteé y comencé a perrear.