Salí de esa casa a toda prisa con la bicicleta. Solo conducía y no podía mirar atrás.
Había escuchado algunas cosas como: "John espera, dejame te explico por favor".
Las imagenes de mi mejor amigo y mi novia en la cama desnudos, rondaba por mi cabeza una y otra ves.
Llegué a casa de Keila, yo la he apoyado muchas veces, espero que esta ves ella ne apoye a mi.
Toqué su timbre, ella vio que era yo y me abrió la puerta. Supongo que me vio tan mal que no pudo saludarme con la alegría suele tener.
- ¿Qué pasa? - me preguntó preocupada.
- Mi novia y mi amigo - respondí y ella entendió.
Me llevó a su habitación, ahí comecé a contarle lo que había pasado. Ella me dejo su hombro para covijarme, tan cual lo había hecho yo antes. Keila no es buena para dar consejos, por eso no me dijo nada, pero yo me conformaba con me escuchara.
Después de quedar en silencio un buen rato, me quedé dormido, habían sido tres largos días en lo que no había dormido tanto.
Cuando desperté, yo estaba acostado en la cama de Keila. Ella no estaba, miré mi celular, eran las 8 de la noche. Había dormido 2 horas y media. Keila entro a la habitación 5 minutos después que desperté.
- Te traje un trago dormilón - me dice ella mostrandome un vaso verde grande .
- No bebo, pero gracias - le digo.
- Solo es jugo de fresa, tu favorito - dice poniendolo en mi mano - Ya hasta crees que te voy a dar alcohol, niño - me dice burlandose.
Me limité a tomar el jugo de fresa, no quería debatir nada en ese momento. Ella se sento a mi lado y comenzó a mirarme con una sonrisa.
- ¿Qué? - le pregunté incomodo.
- ¿Qué?... qué - me responde ella.
- ¿Por qué me miras fijamente?, es escalofiante ¿sabes? - le digo sacastico.
- Te estoy observando... no pensé verte así nunca, siempre eres un chico tan alegre y buena onda que me sorprende que esté así - me dice.
- Pues siempre no tengo a mi amigo traicionandome con mi novia - le digo aún sarcastico.
- y ¿Qué harás? - me pregunta. Esa era la pregunta correcta.
- No sé, no lo sé... ¿Qué hago? - digo irónicamente.
- Por favor no estés pensando en vengarte - me dice.
- Pues lo había considerado, pero como te dije, no sé - le digo.
- Mira John, la manera de superar esto es simplemente dejarlo pasar. La mejor manera de hacerles saber que han perdido a una gran persona, no es enojandote con ellos y reclamandoles. La mejor manera es haciendoles saber que ninguno de ellos te importa y que tampoco te importa lo que te han hecho - me explica ella.
- Tal ves haga eso pero... ¿Cómo hacerlo?, él no es cualquier amigo, y ella no es cualquier novia - le digo dudoso.
- Tendrás que superar que ya no son más ni tu mejor amigo, ni tu novia - me dice muy segura.
- Suena tan fácil - digo ironicamente.
- Si prestas atención, allí afuera hay muchas cosas que vivir, no te cierres a solo dos personajes de tu vida - me dice.
Y tiene razón, debo buscar la manera de vivir mi vida plenamente, sin que nada ni nadie aparte de mi familia me importe. Aprenderé el arte de vivir sin importancia y sé quien me puede guiar.
