¡Feliz como una lombriz!

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13 de febrero 2021


Mañana es San Valentín, nunca había estado tan emocionada. Me vine a vivir a California con mi madre porque su sueño siempre fue tener una casa en la orilla del mar. Este es mi primer año en el que estoy en un nuevo instituto, en esta escuela no soy tan popular como lo era antes pero ¡Algo es algo! Ya quiero que sea mañana para ver como todos esos chicos que babean por mi se me declaren y lo vea media escuela.

No es que me guste llamar la atención, bueno si. Pero es algo diferente, me gusta que las chicas me tenga envidia, tal vez se escucha mal pero mejor sincera que deshonesta.

No soy de muchas amigas, de hecho no tengo. Por eso siento que mañana es mi oportunidad humillarlas con todos los regalos que me darán.

Revisé la hora en mi celular. Eran las 02:01 a.m, no podía dormir de la emoción, en mis otras escuelas yo siempre fui la más deseada y con mas pretendientes y mis nervios de saber que me esperaba mañana me carcomían.

Me dirigí a mi closet para ver que ropa me pondría, este San Valentín caía en miércoles, así que en honor a Mean Girls me vestiré completamente de rosa. 

Al ver mi closet una falda de cuadros rosa llamó mi atención, sentí que quedaría bien con una blusa blanca con letras rosas que dice I'm Bitch. Revisé más delicadamente y vi un suéter de botones que es rosa, ¡Perfecto!

Mis converse color rosa serán los indicados para este día. Obviamente yo no daré regalos, no es porque no tenga dinero, al contrario siempre he tenido lujos, solo que no quiero que alguien se sienta especial solo porque yo les regale algo, luego se hacen ilusiones y sería un problema para mí.

Me dirigí hacía mi cama y me recosté con la ilusión de poderme dormir. Luego de 5 minutos intentando dormir me rendí y tomé mi celular. Estuve mucho rato viendo publicaciones de instagram, luego me fui a twitter  y terminé en facebook.

Al sentir que ya tenia mas sueño abrí la aplicación de alarma para que sonara en la mañana sin falta. Elegí que mi alarma sonara a las 6:20. Al aceptar mi celular envió una nota "tu alarma sonará en 2 horas con 17 minutos"

Total, ni dormir quería...

Mi sonrisa victoriosa por tener sueño se convirtió en frustración al cabo de unos cuantos segundos. De mala gana deje mi celular a un lado e intenté dormir.

Por suerte lo logre...

Después de haber dormido 2 horas me desperté como nueva, normalmente cuando duermo poco me despierto de mal humor, ¡Pero es San Valentín! Ni la persona más mala se despertaría de mal humor un 14 de febrero.

Comencé a caminar entre mi cuarto hasta llegar al baño. Me di una ducha.

Al salir sequé mi cabello con la secadora y luego me coloqué mi ropa. Al terminar fui a lavarme los dientes y aplicarme maquillaje.

Me coloqué mis airpods y puse la canción de "Supalonely" La melodía es muy feliz.

Comencé a bailar mientras caminaba hacía la cocina para prepararme el desayuno, a esta hora mamá todavía no se despierta así que intento hacer muy poco ruido.

Me hice mi desayuno favorito, pan con mermelada. —¡¿¿No hay mermelada??!— Doy un grito alto inconscientemente. Al darme cuenta que mamá esta dormida tapé mi boca intentando remediar lo que había hecho.

—¡Camila Michelle Gallardo Mclovin!— Grita mi madre desde su cuarto.—¡Estaba dormida, estas castigada!— Dice con un tono lo suficientemente alto como para despertar a todos en California.

No contesté intentando que mi silencio me descastigara. Tome el pan sólito y me lo comí saliendo lo mas rápido posible de mi casa.

Mi escuela queda a 12 minutos exactos desde mi casa, así que siempre voy a mi casa desde mi bicicleta. Subí a mi bici y en el recorrido comencé a divagar sobre como sería mi San Valentín. Tal vez sería el mejor San Valentín de mi vida, porque ya me crecieron las bubis.

Al llegar a mi escuela estacione mi bicicleta y comencé a caminar con mi cabeza en alto, como si fuera una supermodelo de una revista. Sentía mi cabello hacerme el favor de moverse como si fuera una actriz de hollywood.

Con toda la curiosidad y pena del mundo vi a los mortales de mi alrededor. Todos estaban con regalos super gigantes. Vi a un chico lindo comenzar a dirigirse hacía mi, coquetamente hice como que no lo vi y me quede esperándolo con los brazos abiertos.

Seguía caminando, pareciera que no era para mi el regalo, pero obvio que es para mi. Soy la mas bonita y adinerada de la escuela. Volví a ver al chico y al estar a un lado, pasa completamente de mi dándole el regalo a alguien más. 

Mi orgullo dolía, al igual que mi dignidad.

 Esa mujer no es ni la mitad de bonita que yo, debe ser lastima...

Ignore lo que había sucedido y comencé a dirigirme hacía la entrada, veía a todas las chicas conviviendo entre ellas, por un momento desee ser parte de ese circulo social, lastima que soy más inalcanzable de lo que creen. 

A veces he pensado en pintarme el pelo de rubio porque en las películas todas las chicas bonitas y populares lo tienen así, tal vez ese regalo hubiera sido mio si tan solo tuviera el pelo rubio, lastima que soy castaña.

Seguí caminando y me topé con una pareja besuqueándose en frente de los casilleros.

Eww, que bueno que no tengo novio...

Al abrir mi casillero y voltear hacía mi derecha vi a la fea de Lucia con muchas cartas en su casillero. ¡Ni que fuera tan bonita! La mire directamente a los ojos con la esperanza de que viera y sepa lo inalcanzable que soy. Pareciera que leyó mi mente, volteó a verme y mi respuesta fue una torcida de ojos.

Fuck you...

[...]


© Mi peor San Valentín [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora