Cuando Kuroko se presentó ante ellos como un miembro para el equipo de baloncesto, Furihata cree que debería haberles dicho en ese ese instante que su razón principal para unirse al club fue porque estaba buscando a un humano adecuado para aparearse...
Akashi está en medio de su práctica matutina cuando recibe una llamada.
Es Kuroko.
De nuevo, ha sido Kuroko durante los últimos veinte minutos.
Y Akashi puede adivinar porque lo llama tan insistentemente.
Akashi finalmente contesta, su sonrisa se amplía cuando escucha los gritos de su amigo.
—¿TE CASASTE CON ÉL Y NI SIQUIERA LE DIJISTE? — Furihata ahora es para Kuroko un mar interminable del aroma de Akashi, nadie de su especie que no este apareada, querría acercarse al niño que emite un aroma tan potente y peligroso, eso lo hace sentir orgulloso.
Esa es una solo otra ventaja de su unión, Akashi no tendrá que preocuparse de que Furihata le sea arrebatado, incluso si lo hacen o si Furihata escapa, Akashi siempre sabrá dónde buscarlo.
Akashi sonríe y escucha un pequeño "crack" en la línea, está seguro que eso fue Kuroko rompiendo su teléfono sin querer, debe estar realmente enojado.
—En mi defensa — Akashi dice, hay silencio del otro lado de la línea, pero el pelirrojo puede escuchar su respiración no tan calmada. — Furihata me beso primero.
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Solo tengo una cosa que decir!:
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