Boys Don't Cry.

023.

Supongo que lo malentendí todo.

Porque llegue a tu casa y estabas con él.

Jason.

-¡Tony! - saludaste y me abrazaste, cerrando la puerta tras de mi. Yo lo seguía mirando a él. Y él me miraba a mi. Te diste cuenta de ello, y carraspeaste.- Tony, él es mi novio Jason. Jason, él es Tony.

Yo ya lo había visto antes contigo, pero era la primera vez que nos presentaban formalmente. No dijiste "ex-novio" y lo agradecí, aunque obviamente lo hiciste para no crear mas tensión en el ambiente.

Jason se levantó del sofá y me extendió una mano, la cual estreche como si nada.

-Un gusto, Tony-dijo en una voz ronca, pero amigable, lo cual no entendí.

-Igualmente- respondí, distraído.

Diste una palmada y pensé en salir de ahí. ¿Qué demonios estaba haciendo en tu casa? Ah, si, pensé que querías regresar, pero al parecer fue bastante ingenuo de mi parte creer eso ya que estabas con Jason y lo presentabas como tu novio y yo ya no sabía qué hacer ahí. 

Pero no pensaba huir.

Ya lo había hecho demasiadas veces.

-¿Quieres ir a caminar conmigo un rato, Tony?- preguntaste, jalando de mi manga como una niña pequeña.

Lo mire a él, que parecía totalmente impasible mirando la televisión. Quizá ya le habías hablado antes de que yo llegara y le habías explicado que no tenia ninguna razón para preocuparse, que eras suya

Eras suya.

-Claro.

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El viento de otoño parecía querer hacernos volar, y se sentía bastante bien pisar las hojas secas caídas de los arboles.

-¿Cómo estás?- inquiriste con un tono interesado.

-Bien.

Metiste tu brazo en el hueco que dejaba el mio al tener la mano metida en el bolsillo de mi chaqueta. Hacer gancho era de amigos, sostenerse las manos era de novios.

-¿Estás seguro?

Baje la vista y te sonreí.

-¿Por qué estas tratándome como un cachorro herido?

-Porque sé que aún sientes algo por mi.

Fue como si hubiéramos dejado de caminar, pero en realidad no habíamos parado y no pensaba hacerlo. «Manten alejado el drama, Tony, necesitas mantenerlo alejado.»

-La verdad no quiero hablar sobre nosotros- expresé, procurando hablar lo mas tranquilo posible.

Frunciste el ceño y bajaste la mirada.

-Vale, creía que te vendría bien.

Apreté el brazo del que te sostenías.

-Lo sé, pero lo dudo mucho.

Continuamos caminando, y a mi me bastaba con tan solo tenerte a mi lado, me bastaba el gancho de amigos.