Cap. 3 detrás de bambalinas

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Muchos veían sus trucos y quedaban impresionados, los veían como diferentes, como si fueran impresionantes, una maravilla.

El circo siempre estaba lleno de personas listas para ver el espectáculo del día, 13 actos simples pero maravillosos para el ojo inexperto.

Pero no veían detrás de bambalinas, incluso detrás de los actos, quienes eran esos chicos, si tenían familia, cuantos años tenían o como vivían sus vidas.

Una casa existía detrás del circo, en esa casa vivían todos, pues el circo tenía más propósitos que emocionar al público.

Un joven se miraba en el reflejo de una ventana, esperando a que su vida cambiara de un momento a otro.

-Señor Centurión?- escuchó la voz de un hombre y de inmediato se dirigió a él.-

Ambos entraron a una oficina y se sentaron en frente del otro. El hombre miró un expediente que tenía mientras el joven lo miraba un poco nervioso.

-Entonces, usted quiere separar un terreno para construir...- acercó un poco más la hoja hacia su cara- ¿un circo?

-Así es, señor- el menor sacó un plano de su maletín- he estado planeando la construcción, es muy fácil, pero necesito un apoyo económico en lo que el circo crece.

El hombre suspiró profundamente y se quitó los lentes que llevaba puestos.

-Mira, Centurión, no sé si esto vaya a funcionar, estoy creyendo en ti- miró directamente al mencionado y le sonrió- hagamoslo.

El joven sonrió ampliamente y se levantó de la silla.

-Gracias, le juro que no se arrepentirá- salió chocando con la puerta, era su oportunidad para cambiar su futuro.-

Salió del banco y al lado de el sintió a un pequeño sentado pidiendo dinero. El menor tenía una guitarra en la que tocaba una canción muy suave, se detuvo y miró al hombre el cual también lo miraba.

El joven recordó que aún no tenía a nadie que actuara en su circo, así que se acercó al chico.

-Oye, donde están tus padres- el menor hizo una cara de confusión.-

-Padres?- rápidamente el mayor se dio cuenta de que lo habían abandonado- le toco una canción, señor? Solo por 5 euros- el joven se agachó hacía el chico.-

- ¿Cómo te llamas, pequeño?

-Géminis- el mayor le sonrió y sacó 5 euros.-

-Géminis, te gusta el circo?- el chico asintió- ¿te gustaría trabajar en uno?- al menor se le iluminaron los ojos, su primera adición al circo había llegado.-

4 meses después

El joven Géminis había salido para comprar las cosas necesarias, ya habían tenido otras 4 aportaciones más, tres chicos que tragaban espaldas y una chica que le gustaban las palomas.

Mientras el joven caminaba, vio por un callejón a una chica al lado de un chico jugando y colgándose de todos lados. Se acercó a ellos y el chico se puso delante de la chica.

-No les haré daño, yo soy Géminis- miró detrás del chico a una pequeña curiosa que miraba sobre el hombro de su hermano.-

-Yo soy P- la niña fue interrumpida por su hermano quien puso una mano sobre la boca de la menor.-

-oye, no puedes darle tu nombre a cualquiera, no es seguro- el chico hizo una pausa y quitó su mano- ewww!!! Eres asquerosa, me lamiste la mano!

-Oigan, tienen donde vivir?- preguntó Géminis mientras el otro chico lo miraba con desconfianza.-

-¿Porqué preguntas?- el menor se le acercó.-

-Yo conozco un lugar donde podrán dormir y comer si trabajan un poco- los hermanos se miraron entre sí y luego al joven.-

Se voltearon y se susurraron unas cosas, miraron nuevamente al chico y la menor habló.

-De acuerdo.

Así, alrededor de un año, consiguieron doce actos. Y por varios años, fueron subiendo su popularidad por la espontaneidad de los actos.

-Centurión!- dijo una joven dirigiéndose al hombre- mira, salimos en el periódico.-

El hombre tomó el periódico que la chica tenía en su mano.

-Freak show... Lindo nombre- miró hacía la joven y le sonrió- Tauro, reúne a todos, tenemos que dar la gran noticia.-




Capítulo 3, perdón por la tardanza xd.

𝗙𝗿𝗲𝗮𝗸𝘀𝗵𝗼𝘄⋯𝘇𝗼𝗱𝗶𝗮𝗰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora