Francesca recibió su sotana, pues es importante recordar que se trataba de una drag queen y no de una mujer transexual, pero... Sintió incomodidad al vestir su sotana por primera vez.
Ella era muy despreciada por los creyentes, siendo así que la llamaban auténticas burradas, como traidora e incluso sodomita. No obstante, el colectivo LGTB la apoyaba por encima de todo.
Francesca se fugó del seminario dejando una nota de despedida a modo de puzzle, pues dejó el mensaje palabra por palabra en los botones de su sotana.
Los superiores del seminario tenían demasiado miedo de permitir que saliera a la luz esta noticia, no se sabía si esta noticia sería tomada en serio por la opinión pública, pues el colectivo LGTB era perfectamente capaz de intentar cancelarles por presunta homofobia.
Tras una semana, se armaron de valor para dar a conocer la noticia de la fuga, y esto provocó algo semejante a lo antes visto en Italia, pero hubo suerte, ya que pasado un mes, Francesca regresó, confirmando que había sido una fuga, todo desde el primer momento lo hizo por voluntad propia, pero a la vez tardó el suficiente tiempo para que la policía aún tuviera miembros realmente preparados para desarrollar su trabajo con éxito, teniendo incluso un efecto positivo, pues el paro se vio reducido en un 10%.
Pasó otro mes, los periodistas preguntaron por el motivo de la fuga de Francesca, pero lo único que supieron es que ella nunca volvió al seminario. La gente creía que la habían tratado mal a posta para que se fuera, hasta que un periodista, el cual posteriormente sería inhabilitado de empleo y salario por colocar una cámara voyeur en la habitación de Francesca, sacó la noticia a la luz, no se trataba de una drag queen, sino de una chica transexual, el motivo de su escape y de su no retorno había sido una operación de cambio de sexo.
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Curas vs drag queens
Humor¿Cómo podría afectar a la Iglesia tener miembros importantes que no son cis hetero?