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-Aaghh, me encanta, me encantas Taehyung -decía Jungkook mientras yo estaba sobre él autopenetrándome. Sus manos acompañaban el movimiento de mis caderas haciendo que esté cada vez más profundo.

-Mghh Jungkookie- digo y me escondo en su cuello, dejando un rastro de saliva sobre este -vente para mí.

Un par de movimientos más con mi cadera y siento cómo este se libera dentro de mí, necesitando solo unos movimientos más para venirme yo también. Salgo de él y me recuesto, sintiendo cómo el semen se desliza por mis muslos cuando él lo limpia con una toallita húmeda y se acuesta sobre mi pecho.

-Podría vivir en tu interior- dice y yo sonrió contento, acariciando su cabello.

Con el pasar de los meses mis sentimientos hacia mi psicólogo se fueron intensificando a niveles que no considero común ni para nada buenos. Cada vez que estaba a punto de acabar, la palabra te amo estaba a punto de escaparse, teniendo que retenerla en todas las ocasiones.

No dudaba de cierto cariño que el azabache me tenía, ya que después de un par de citas él comenzara a buscarme a la universidad para tener citas reales, o eran incontables las veces que dormí en su departamento diciéndole a mis padres que iba a la casa de alguna chica.

Pero que ese cariño sea el mismo que el que yo sentía, lo dudaba.

Jungkook era un hombre maduro, con trabajo, independencia, un corazón enorme, entre otras cualidades más allá de su evidente belleza física. ¿Y yo? Por más fidelidad que le haya dado en estos meses, seguía siendo inmaduro, egoísta, vivía con mis padres, por más que ya casi alcanzaba una cifra para mantenerme al menos 3 meses mientras conseguía trabajo.

De igual manera, era muy evidente que no lo merecía.

Jimin pasó de la etapa de recriminarme a querer que esté con Jungkook, diciéndome que me veía más feliz desde que él estaba en mi vida al igual que al azabache. Era muy evidente incluso para mi que Jungkook y yo fuimos hechos el uno para el otro, ya que entre nosotros no había discusiones, nos entendíamos, compartíamos gustos, opiniones, sentido del humor, éramos perfectos juntos.

Pero, ¿y si solo yo lo notaba y él quiere algo carnal solamente? Era mi mayor temor.

-¿A que hora sales de tu última clase mañana? - me pregunta una vez que nuestras respiraciones están más calmadas.

-A las 18, ¿Por qué?

-Solo quería ir a buscarte y... ¿salir a caminar y tomar algo? -yo sonrió con eso como siempre que me invitaba a una cita y sin molestarme en ocultarlo nos di vuelta y lo abracé por el cuello asintiendo repetidas veces.

-Me encantaría Jungkookie.

Él sonríe y besa mi cabello mientras lo acaricia -recuerda que el viernes también voy a buscarte para que duermas en mi departamento.

Yo vuelvo a asentir y ambos quedamos así hasta que llega el momento en que tengo que irme.

Mis padres cada vez molestan menos, convencidos de que estoy recuperando mi heterosexualidad dejaron de preguntar y yo dejé de hablar. Nuestra relación se basa en este momento simplemente en compartir vivienda, y me agrada que así sea.

Al otro día estoy en la cafetería de siempre junto a Jimin, contándole lo sucedido el día anterior y la cita de ese día.

-Deberías decirle, Tae...

Yo saco y meto el sorbete de mi licuado pensativo y lo miro -¿no crees que me rechazará? Aghh, es tan bueno que aseguraría que me rechazará de una forma tan tierna y linda.

-Antes lo creía, pero Yoonie y yo hace semanas dejamos de creerlo así. - yo lo miro con un poco de interés, invitándolo a que continúe -veras, Jungkookie habla mucho de ti cuando no está.

La terapia de Jeon Jungkook  •KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora