❝ Preparen sus mentes, busquen palomitas de maíz, coloquen la mejor lista de reproducción musical que tengan y disfruten de las confesiones, quejas y críticas de una completa desconocida acerca de toda clase de fandom. ¿Quién sabe? Quizás llegues a...
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Aclaración: Estaconfesiónla escribíun díaqueestabaeneldentista, sininternet, ninada con locualentretenerme.
Bueno, ya que no tengo nada mejor que hacer, les contaré mi anécdota de por qué no deben juzgar un libro por su portada.
Hace un tiempo, cuando usaba mucho Instagram (antes de que existiera la cuenta de Penumbra), estaba bastante más metida en el fandom de Undertale; Esteban Universidad estaba en su apogeo (probablemente); mi fanatismo por Villanos (cofcofPorElPaperHatcofcof) siempre estuvo ahí; además de que aún era nueva en lo de los CoutryHumans.
Cómo sea, es solo para contextualizar. Me gustaba ver (en general) fanarts de las series que me gustaban (como a todo el mundo, vaya), pero, por alguna extraña razón, en el buscador ese random y genérico de Instagram también me aparecían fanarts de unos niños en un campamento (y capturas de su respectiva serie animada).
Los fanarts siguieron apareciéndome, y luego, no recuerdo en cuál publicación, descubrí que era una serie «para adultos».
«¡¿Qué mierda?!», pensó la Noise pendeja.
Fui imparcial ya que, en mi más humilde opinión, South Park es la mejor serie animada para adultos y sus protagonistas son niños.
Y disculpen si piensan que alguna otra serie es mejor, como Rick & Morty, Final Space o Big Mouth. (La última ni siquiera la he visto, ah.)
El punto es que, el descubrir que Camp Camp era «para adultos» llamó mi atención y, cuando supe que todos los capítulos estaban disponibles en Youtube me dije:
«Bien, veamos estamierda.»
¿Y saben qué? ¡Me encantó esa mierda!
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