Érase El Harem De Jane The Killer [Pausada]

Capítulo 33

~Narra Jane~

Eran las 4:00 de la mañana, me encontraba durmiendo plácidamente en mi camita, con la misma ropa con la que fuí a la fiesta ya que no había pijamas en el armario ni yo traje.

¿Que por qué mierda os cuento esto? Pues no sé le preguntaré a la escritora de esta cosa.

¿Escritora por qué cojones les cuento esto a las/os lectoras/os?

Oh, ya veo... espera... ¡¿Qué?!

De repente entró Zalgo y...

— ¡Buenos días por la mañana! ¡ARRIBA COÑO!— Gritó Zalgo cabreado quitándome la manta.—

— ¡ME CAGO EN LA PUTA QUE TE PARIÓ!— Grité cabreada tirándole la lámpara.— Él la esquivó.

— ¡Jane Elizabeth Arkensaw! ¡Ese vocabulario!— Gritó el poderoso Zalgo.—

— ¡Mira quien fué a hablar!— Le repliqué enfadada.— Inspiré hondo.— Perdona es que solo dormí dos horas.— Dije cansada mientras bostezaba.—

— Pués haberte dormido antes.— Replicó Zalgo.—

— Espera un momento... ¡La fiesta empezaba a las 12 y acababa a las cuatro de la madrugada!— Le dije molesta.—

— Ah... pues tienes razón... jeje.— Dijo Zalgo nervioso.— Luego hizo aparecer en su mano un frasquito de cristal con un líquido azul pastel dentro.

— Tomatelo y estarás como nueva.— Me dijo el señor Zalgo dándome el frasquito.—

Y así lo hice. Me la tomé. Y al cabo de unos minutos yo...

~Narra Narradora~

Hola, ¿Que tal?

¿Bien? ¿Mal? Vale, digamos que dijiste bien y sigo narrando. 

Al cabo de unos minutos, Jane sintió como si hubiese dormido 12 horas. Y estaba como nueva.

— ¿Qué tipo de droga milagrosa me has dado?— Preguntó Jane alucinada mirando a el demonio.— 

— Secreto, aunque creo que ya es más que obvio.— Dijo Zalgo sin importancia.— Bueno, ahora cambiate, y baja, que ya va a ser hora de que te vayas.— Dijo Zalgo saliendo de la habitación.—

Y la sexy Jane así lo hizo. 

Se puso un pantalón deportivo verde militar, unas botas de color negro, y un top de color negro, su cinturón con su pistola y las recargas de estas, unas correas al final de su muslo con sus mini-cuchillos y su katana en la espalda.

Y se dejó la navaja que tenía en el pecho ya que ese top le hacía tener un poquito bastante escote. 

Agarró su mochila y bajó corriendo a abajo, que era donde la esperaban. 

— Perdón por la tardanza.— Dijo agitada de tanto correr.—

— No importa.— Le contestó Zalgo.— ¡Ah! Antes de irte me gustaría darte tres cosas que te podrían ser útiles en la misión.— Dijo Zalguete.— Pero sólo puedes elegir una.— Agregó.—

De repente aparecieron tres cosas flotando. 

Una espada, una pócima y una pluma. 

— ¿Para qué sirve la pluma?— Preguntó dudosa Jane.—

— Mira, si esa pluma toca tu espalda te saldrán alas durante unos minutos. Pero solo la puedes utilizar dos veces.— Dijo Zalgo sin mucha importancia.— 

Jane estuvo dudando un poco en que elegir pero al final agarró la pluma. Ella tenía en la mochila tres pócimas no necesitaría más, y la espada tampoco la necesitaba ella tenía ya poseía una katana.

— No es una mala elección.— Dijo Zalgo.— Luego Jane guardó la pluma en un bolsillo que tenía su verde pantalón.

— Puedes despedirte de los demás.— Dijo Zalgo amablemente.— Y así lo hizo, les dijo a los demás que tenían que hacer en su ausencia, y se despidió con un abrazó. 

— ¡Os echaré de menos a todos! ¡Menos a ti Jeff!— Dijo Jane alegremente mientras andaba cara atrás dirigiéndose a Zalgo, moviendo su mano de un lado para otro.—

— ¡Cabrona!— Gritó Jeff molesto de brazos cruzados cuando Jane ya estaba con Zalgo y su compañero.—

— ¡Cabrón!— Le contestó Jane mostrándole su dedo del medio.— Luego hubo cuando Zalgo estaba apunto de chasquear los dedos para teletransportarlos recordó algo.

— ¡Ah! Casi se me olvidaba antes de coger la flor, tenéis que besaros.— Dijo Zalgo rápidamente.— 

— ¡¿QUE?!— Gritaron Jane, Insane y los pretendientes de nuestra protagonista mientras Zalgo chasqueaba los dedos.— 

Continuará~~

Siento que quedó un poco raro el capítulo... hmm... ñeh que más da. Por cierto muy posiblemente dentro de unas cuatro horas habrá nuevo capítulo. 

Y ahora un beso y hasta el próximo capítulo.