Capitulo 3: La misteriosa chica

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¿Esto es en serio? Primero una vieja barbuda me manda a este mundo de mierda y ¿ahora una chica esta a punto de cortarme la traquea? ¿Qué será lo siguiente? Agotado suspire y mire a la chica que se encontraba sobre mi, la verdad es que es bastante linda, una preciosidad incluso.

-Entre aquí mientras buscaba un refugio- respondí enseñando las palmas de mis manos para no mostrar hostilidad.

-¿Oh? ¿Refugio? - preguntó mientras apretaba más su cuchillo en mi cuello.

-Sí, así es, aparecí de repente en este mundo y vagando encontré esta casa, pensé que me podría servir como base para comprender mejor mi situación, no tenía intención de robar ni nada por el estilo. -dije con una risa nerviosa.

Aunque la verdad es que mis intenciones no eran las más honestas.

-Ya veo - de forma serena apartó el cuchillo de mi cuello y se sentó a mi lado a la vez que yo me incorporaba- ¿Entonces, a qué te refieres con que acabas de aparecer en este mundo? -preguntó mientras me miraba intrigada.

-Al parecer morí en mi antiguo mundo y reencarne en este. -suspire relajado.

-Hm...ya veo, parece ser que no mientes, aunque aún no entiendo muy bien a qué te refieres con eso de vieja barbuda acepto encanta tus halagos -dijo mientras sonreía y apoyaba su mano derecha en la mejilla.

-¿¡Puedes leer la mente!? -grite mientras me ponía en pie de un salto.

-Ara ara, no hace falta alterarse tanto, tan solo puedo leer parcialmente tus pensamientos - dijo entre risas.

Suspire y mire hacia el techo, esta situación era demasiado surrealista, aunque bueno, pensándolo bien, esto es otro mundo todo es posible. La misteriosa chica se levantó y sacó unos papeles de la estantería, parecía una especie de puzzle. Tras organizar los papeles me percate de que juntos formaban un mapa.

-Esta es la zona en la que estamos nosotros - dijo apoyando con delicadeza su dedo sobre el mapa.

-Pero, ahí no hay nada -afirme confundido.

-Exacto, porque no hay nada, nos encontramos en la zona este del continente, el gran páramo de Ivria no hay nada ni nadie de valor en esta zona, tan solo las ruinas de una antigua batalla y exiliados de los diversos reinos que no tienen otro lugar al que ir - explicó de forma serena mientras su dedo recorría el mapa- en el norte se encuentran los reinos unidos de Ururgein, donde habitan los guerreros del hielo, al oeste la confederación de Vinía, donde los humanos y semihumanos conviven. Luego, al sur, se hallan varios reinos de monstruos y el archipiélago de Danein, es el punto de comercio más importante del continente y una ruta de paso obligada para los que desean comerciar más allá del continente. Y por último, la zona central, está bajo el dominio del autoproclamado imperio draconiano, es por eso que es tan difícil viajar entre reinos, debido a sus impuestos abusivos a los viajeros y a su forma de pensar - tras un largo suspiro, recogió los papeles , los guardó y se sentó sobre la mesa mientras cruzaba las piernas y me miraba sonriendo - aquí concluye mi explicación.

Ya veo, parece ser que de verdad estoy en otro mundo, al parecer en esa antigua batalla perdieron la tecnología que poseían hasta entonces y eso provocó que retrocedieran a otra época. Un momento, ¿Ha dicho semihumanos, no? Es decir, que es posible que allí encuentre preciosas chicas gato - pensé mientras sonreía y babeaba. Tras limpiarme la boca me dejé caer sobre una silla.

-¿Y cual es tu nombre? - pregunté mientras observaba mi alrededor.

-¿Mi nombre? -preguntó inclinando levemente la cabeza.

-Así es, tu nombre,  si vamos a estar juntos de ahora en adelante sería útil saber cómo dirigirme a ti.

-Ara ara, ¿acaso deseas mi compañía? -dijo mientras sonreía y se ponía en pie.

-No me refería a eso -suspiro-

Aunque bueno, pensándolo bien, no estaría nada mal, es muy guapa y además... -pensé mientras miraba sus pechos- son bastante grandes.

-Ara ara, ¿tan feliz te hacen mis pechos? -dijo sonriendo mientras apoyaba un dedo sobre su labio.

Mierda, es verdad, no me acordaba de que puede leer la mente. Me levanté y me puse frente a ella fingiendo que no había pasado nada.

-Me llamo Svart Balaur - dije mientras extendía mi mano con una sonrisa.

-Laura Belyy, es un placer conocerte, héroe enviado por la diosa -dijo mientras agarraba mi mano.

Continuará en el capítulo 4.

Intentaré escribir un capitulo por dia, muchisimas gracias si has llegado hasta aqui y estas dispuesto a seguir esta peculiar aventura, hare todo lo posible por no decepcionarte.

Un saludo, Joseby

El mundo de Maphis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora