Dara Pov:
¡Joder, el albornoz!
Es lo que pasa por mi cabeza cuando la luz blanca se enfoca en mí. Veo que la chica vuelve a codear a Kozlov y el levanta la mirada con desinterés y vuelve a bajarla para subirla repentinamente y clavar su mirada en mí, con la boca levemente abierta.
Yo me desamarro el albornoz lentamente como si fuera ensayado, me lo quito y comienzo a mover mis caderas al ritmo de la sensual canción, siento muchas miradas en mí, pero las de los dos mafiosos de en frente son las más intensas, guardo mis nervios bajo una máscara coqueta y sensual. Veo que D'Bossio dejo a medio camino la botella que tenía en la mano para apartar las manos de las mujeres y concentrar su mirada intensa mirada en mí. Al llegar al frente me di cuenta que era cierto, los dos eran extremadamente guapos, unos completos adonis, con un aura de peligro, que los hacia más prohibidos y atrayentes y ni siquiera pestañean a mi parecer. Vi algo en sus miradas que no me gusto nadita, me volteo y sigo con mi contoneo coqueto de caderas hasta que regreso a la parte trasera de la pasarela.
Dejo salir el aire, que hasta ahora me doy cuenta, que estaba reteniendo.
Me coloco de última en la fila otra vez ya, que vamos a salir todas ahora. Sale la primera después la segunda y así consecutivamente. Cuando es mi turno, veo a los dos mafiosos buscando entre las chicas con desespero mal disimulado. Las chicas de D'Bossio intentan llamar su atención pero no lo logran él, bueno los dos, están desesperados buscando algo o a alguien, hasta que los ojos de ambos se enfocan en mí.
Ya dije que no me gusta nadita.
No me quitan la mirada y yo trato de mantenerme firme cosa que logro. Al llegar al frente noto que no se pierden ninguno de mis movimientos y también noto algo en sus miradas ¿admiración?
Estoy alucinando.
Doy una mirada sensual y me despido con una sonrisa coqueta, guiñando el ojo (según Cameron debía hacer eso para cerrar con broche de oro el desfile) al llegar tras vestidores suelto un suspiro de alivio.
Eso fue muy raro.
-Dara- dice mi amigo emocionado- estuviste ¡WOW!- dice- Casi me da un infarto al ver que no te habías quitado el albornoz pero lo supiste disimular bien. ¡Felicidades!
Me abraza y yo le devuelvo el abrazo.
-Casi me desmayo de los nervios, pero bueno, todo salió bien- digo con una sonrisa de alivio- por cierto ¿Dónde está la mesa de bocadillos? Se me abrió el apetito.
De verdad los nervios me hicieron estragos en el estómago, tengo mucha hambre.
-Eres una golosa- dice mientras niega- está afuera de los vestidores en la esquina, si quieres adelántate yo voy enseguida.
Yo asiento y lo veo irse a hablar con Dereck. Me aseguro que el albornoz este bien puesto y tape lo suficiente. Me encamino a la puerta de los vestidores al abrirla noto la presencia de los guardias de seguridad que Cameron prometió.
-Señorita- me saludan y se los devuelvo con una sonrisa y un asentimiento de cabeza.
Veo la mesa de bocadillos y se me hace agua la boca. ¡Dios! ¡Que hambre tengo! Me acerco y veo que está un poco escondida pero no le tomo importancia. Cameron siempre quiere esconder la mesa de bocadillos para que le queden todos a él.
Y me dice a mi golosa.
Agarro unas galletas y me las devoro todas plácidamente. Cuando veo la silueta enorme de dos hombres que caminan a paso rápido hacia los vestidores. Al reconocer a los dos mafiosos esos que se comportaron extraños mientras modelaba, siento que me ahogo con las galletas y bebo un poco de agua para que se me pase. Veo que los caminan con decisión y noto que ambos son altos y musculosos, del tipo que toda mujer desea. Llegan a la puerta y se topan con los guardias. Estoy lo suficientemente lejos para que no me vean pero lo suficientemente cerca para escuchar lo que dicen.
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Imposible Huir de LA MAFIA
RomanceÉl es un mafioso frío, malo y serio, pero no se esperaba la llegada de ELLA. Ella una chica normal, ordinaria y con una vida tranquila hasta la llegada de ELLOS Él es un mafioso mujeriego, malicioso e impulsivo, que se obsesiona con ELLA, Uno tiene...